Page 62 - Alejandro Casona
P. 62
ISABEL.
Mauricio es un optimista y a cualquier cosa llama montañas. Una vez
vimos un gato montés subido a un árbol y estuvo una semana
hablando del tigre y la selva.
MAURICIO.
Quise decir colinas. En Nueva Escocia, como es tan llano, cualquier
colina parece una montaña.
ABUELA.
Pero Nueva Escocia está al este. ¿Qué tiene que ver con los cinco
lagos que están a la otra punta?
MAURICIO.—(Dispuesto a discutirlo.)
¿Ah, sí? ¿De manera que está al este?
ABUELA.
¿Vas a decírmelo a mí, que he seguido todos tus viajes día por día en
el atlas grande del abuelo?
BALBOA.—(Tose nuevamente cortando el tema.)
Un gran país el Canadá... ¡un gran país! ¿Otra copita?
MAURICIO.
Sí, gracias.
ABUELA.
A mí también; la última.
BALBOA.—(Sirviendo.)
¿Y qué tal tus negocios?
MAURICIO.
¿Cuáles?
ISABEL.
¿Cuáles van a ser?, las casas, los grandes hoteles.
ABUELA.
¿Has hecho alguna iglesia?
MAURICIO.
No; arquitectura civil nada más.
ABUELA.
¡Qué lastima! Me hubiera gustado verte resolver a ti aquel problema
de las catedrales góticas; un tercio de piedra, dos tercios de cristal.