Page 70 - Cartas a Jóvenes Enamorados (1987)
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[63]       Responsabilidad sexual de los jóvenes cristianos



                    La entrega de todas las facultades a Dios simplifica mucho los
               problemas de la vida. Debilita y abrevia mil luchas con las pasiones
               del corazón carnal.   1.
                    Deberían mantenerse sujetos los afectos juveniles hasta que
               llegue el tiempo en que la edad y la experiencia suficientes permitan

               libertarlos con honra y seguridad.     2.
                    Un corto tiempo invertido en sembrar malas hierbas, queridos
               amigos jóvenes, producirá una cosecha que amargará vuestra vida
               toda; una hora de descuido; ceder una vez a la tentación, pueden ha-
               cer que toda la corriente de vuestra vida se encauce en una dirección

               equivocada. No podéis tener más que una juventud; invertidla en
               forma útil. Cuando hayáis pasado sobre este terreno una vez, nunca
               podréis regresar para rectificar vuestros errores. El que se niega a
               relacionarse con Dios, y se coloca a sí mismo en el camino de la
               tentación, caerá con seguridad. Dios está probando a cada joven.          3.
                    La sensualidad es el pecado de esta época. Pero la religión de

               Jesucristo mantendrá las riendas de control sobre toda especie de
               libertad ilegítima. Las facultades morales mantendrán las riendas
               sobre cada pensamiento, palabra y acción. No se encontrará culpa
               en los labios del verdadero cristiano. No se permitirá ningún pensa-
               miento impuro, ninguna palabra que se aproxime a la sensualidad,

               ninguna acción que tenga la más mínima apariencia de mal.
                    No tratéis de ver cuán cerca podéis caminar por el borde de un
               precipicio con seguridad. Evitad la primera aproximación al peligro.
               Los intereses del alma no pueden ser motivo de juego. Vuestro
        [64]   capital es vuestro carácter.
               Cuidadlo como lo haríais con un dorado tesoro. La pureza moral,

               el respeto propio, un fuerte poder de resistencia, pueden cultivarse
               firme y constantemente.      4.
                    Cada pasión no santificada debe mantenerse bajo el control de la
               razón santificada mediante la gracia que Dios otorga abundantemen-
               te en cada emergencia. Pero no se haga ningún arreglo para crear


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