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cargo,  y por el  semejante con  los  demás  números,  que  por  excusar  prolijidad
            .no  los  decimos  todos  en  la  misma  lengua,  que  para  los  curiosos  fuera
            cosa  agradable  ver  dos  y  tres  números  puestos  en  multiplicación,  compues-
            tos  con  el  nombre  camayu,  el  cual  nombre  sirve  también  en  otras  muchas
            significaciones,  recibiendo  composición  con  otro  nombre  o  verbo  que  sig-
            nifique  de  qué  es  el  cargo,  y  el  mismo  nombre  chunca  camayu,  en  otra
            significación,  quiere  decir  perpetuo  tahur,  el  que  trae  los  naipes  en  la  ca-
            pilla  de  la  capa,  como  dice  el  refrán,  porque  llaman  chunca  a  cualquier
            juego,  porque  todos  se  cuentan  por  números·,  y  porque  los  números  van  a
            parar  al  deceno,  tomaron  el  número  diez  por  el  juego,  y  para decir  juguemos
            dicen  chuncásum,  que  en  rigor  de  propia  significación  se  sirven  aquellos  in-
            dios  de  un  mismo  vocablo,  por  lo  cual  es  muy  díficultoso  alcanzar  de  raíz
            las  propiedades  de  aquel  lenguaje.
                Por la  vía  de  estos  decuriones  sabía  el  Inca  y  sus  virreyes  y  goberna-
            dores  de  cada  provincia  y  reino  cuántos  vasallos  había  en  cada  pueblo,
            para  repartir  sin  agravio  las  contribuciones  de  las  obras  públicas  que  en  co-
            mún  estaban  obligados  a  hacer  por  sus  provincias,  como  puentes,  caminos,
            calzadas  y  los  edificios  reales  y  otros  servicios  semejantes,  y  también  para
            enviar  gente  a  la  guerra,  así  soldados  como  bagajeros.  Si  alguno  se  volvía
            de  la  guerra  sin  licencia,  lo  acusaba  su  capitán  o  su  alférez  o  su  cabo  de
            escuadra,  y en  su  pueblo  su  decurión,  y  era  castigado  con  pena  de  muerte
            por  la  traición  y  alevosía  de  haber  desamparado  en  la  guerra  a  sus  compa-
            ñeros  y  parientes  y  a  su  capitán,  y  últimamente  al  Inca  o  al  general  que
            representaba  su  persona.  Para  otro  efecto,  sin  el  de  las  contribuciones  y  el
            repartimiento  de  1a  gente  de  guerra,  mandaba  el  Inca  que  se  supiese  cada
            año  el  número  de  los  vasallos  que  de  todas  edades  había  en  cada  provincia
            y en  cada  pueblo,  y  que  también  se  supiese  la  esterilidad  o  abundancia  de  la
            tal  provincia,  lo  cual  era  para  que  estuviese  sabida  y  prevenida  la  cantidad
            de  bastimento  que  era  menester  para  socorrerlos  en  años  estériles  y  faltos
            de  cosecha,  y  también  para  saber  la  cantidad  de lana  y de  algodón  necesaria
            para  darles  de  vestir  a  sus  tiempos,  como  en  otra  parte  diremos.  Todo  lo
            cual  mandaba  el  Inca  que  estuviese  sabido  y  prevenido  para  cuando  fuese
            menester,  porque  no  hubiese  dilación  en  el  socorro  de  los  vasallos  cuando
            tuviesen  necesidad.  Por  este  cuidado  tan  anticipado  que  los  Incas  en  el
            beneficio  de  sus  vasallos  tenían,  dice  muchas  veces  el  Padre  Blas  Valera
            que en  ninguna  manera  los  debían  llamar  Reyes,  sino  muy  prudentes  y  dili-
            gentes  tutores  de  pupilos.  Y  los  indios,  por  decirlo  todo  en  una  palabra,
            les  llamaban  amador  de  pobres.
                 Para  que  los  gobernadores  y  jueces  no  se  descuidasen  en  sus  oficios,
            ni  cualesquiera  otros  ministros  menores,  ni  los  de  la  hacienda  del  Sol  o  del
            Inca  en  los  suyos,  había  veedores  y  pesquisidores  que  de  secreto  andaban
            en  sus  distritos  viendo  o  pesquisando  lo  que  mal  hacían  los  tales  oficiales,
            y daban  cuenta  de  ello  a  los  superiores  a  quien  tocaba  el  castigo  de  sus  in-

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