Page 140 - Comentarios_reales_1_Inca_Garcilaso_de_la_Vega
P. 140

por  ser  tan  principal,  la  dieron  al  Emperador  en  el  repartl.tlllento  que  los
           españoles  hicieron  de  aquella  tierra,  a  la  cual  y  a -sus  pueblos  comarcanos
           envi6  los  requerimientos  acostumbrados,  que  adorasen  y  tuviesen  por  Dios
           al  Sol.  Los  de  Chucuitu,  aunque  eran  poderosos  y  sus  pasados  habían  suje-
           tado  algunos  pueblos  de  su  comarca,  no  quisieron  resistir  al  Inca;  antes  res-
           pondieron  que  le  obedecían  con  todo  amor  y  voluntad,  porque  era  hijo  del
           Sol,  de  cuya  clemencia  y  mansedumbre  estaban  aficionados,  y  querían  ser
           sus  vasallos  por gozar  de  sus  beneficios.
               El  Inca  los  recibió  con  la  afabilidad  acostumbrada  y  les  hizo  mercedes
           y regalos  con  dádivas  que  entre los  indios  se  estimaban  en  mucho  y,  viendo
           el  buen  suceso  que  en  su  conquista  había  tenido,  envi6  los  mismos  requeri-
           mientos  a  los  demás  pueblos  comarcanos,  hasta  el  desaguadero  de  la  gran
           laguna  Titicaca,  los  cuales  todos,  con  el  ejemplo  de  Hatun  Colla  y de  Chu-
           cuitu, obedecieron  llanamente al  Inca,  que  los  más  principales  fueron  Hillaui,
           Chulli,  Pumata,  Cípita,  y  no  contamos  en  particular  lo  que  hubo  en  cada
           pueblo  de  demandas  y respuestas  porque  todas  fueron  a semejanza  de  lo  que
           hasta  aquí  se  ha  dicho,  y  por  no  repetirlo  tantas  veces  lo  decimos  en  suma.
           También  quieren  decir  que  tardó  el  Inca  muchos  años  en  conquistar  y  su-
           jetar estos  pueblos,  mas  en  la  manera  del  ganarlos  no  difieren  nada,  y  así  va
           poco  o  nada  hacer  caso  de  lo  que  no  importa.
               Habiendo  pacificado  aquellos  pueblos,  despidió  su  ejército,  dejando  con-
           sigo  la  gente  de  guarda  necesaria  para  su  persona  y  los  ministros  para  la  en-
           señanza  de  los  indios.  Quiso  asistir  personalmente  a  todas  estas  cosas,  as!
           por  darles  calor  como  por  favorecer  aquellos  pueblos  y  provincias  con  su
           presencia,  que  eran  principales  y  de  importancia  para  lo  de  adelante.  Los
           curacas  y  todos  sus  vasallos  se  favorecieron  de  que  el  Inca  quisiese  pasar
           entre  ellos  un  invierno,  que  para  los  indios  era  el  mayor  favor  que  se  les
           podía  hacer,  y el  Inca  los  trató  con  mucha  afabilidad  y  caricias,  inventando
           cada día  nuevos  favores  y reglas,  porque veía  por experiencia  (sin  la doctrina
           de  sus  pasados)  cuánto importaba la mansedumbre y el beneficio  y el  hacerse
           querer  para  atraer  los  extraños  a  su  obediencia  y  servicio.  Los  indios  pre-
           gonaban  por  todas  partes  las  excelencias  de  su  Príncipe,  diciendo  que  era
           verdadero  hijo  del  Sol.
               Entre  tanto  que  el  Inca  estaba  en  el  Callao,  mandó  apercibir  para  el
           verano  siguiente  diez  mil  hombres  de  guerra.  Venido  el  tiempo  y  recogida
           la  gente,  eligió  cuatro  maeses  de  campo;  y  por  general  envi6  un  hermano
           suyo,  que  no  saben  decir los  indios  c6mo  se  llamaba,  al  cual  mand6,  que  con
           parecer  y  consejo  de  aquellos  capitanes,  procediese  en  la  conquista  que  le
           mandaba  hacer,  y  a  todos  cinco  dio  orden  y  expreso  mandato  que  en  ningu-
           na  manera  llegasen  a rompimiento  de  batalla  con  los  indios  que  no  quisie-
           sen  reducirse  por  bien,  sino  que,  a  imitaci6n  de  sus  pasados,  los  atrajesen
           por  caricias  y  beneficios,  mostrándose  en  todo  padres  piadosos  antes  que
           capitanes  belicosos.  Mand6les  que  fuesen  al  poniente  de  donde  estaban,  a la

                                           101
   135   136   137   138   139   140   141   142   143   144   145