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La Historia general del Perú
En poder del impresor en Córdoba quedaba además la Segunda parte
de los Comentarios Reales. Fallecido ya el Inca, y por gestiones del Cabildo
catedralicio, el Licenciado Murcia de la Llana confrontó en Madrid el ori-
ginal y el texto impreso y asentó las erratas el 12 de noviembre de 1616.
Se presentaron sin embargo, al parecer, nuevas dificultades y discrepancias
en el pago y la venta de la obra; porque, aun cuando se conocen algunos
ejemplares que llevan la fecha de 1616, la edición definitiva vio la luz en
Córdoba en 1617, y no con el nombre de Francisco Romero, sino con la
leyenda expli,.cativa: "En Córdoba, por la viuda de Andrés Barrera, y a
su costa".
Mayor importancia tuvo otra variación: la del título. En todos los
documentos del Inca Garcilaso: en el contrato con Francisco Romero, en la
solicitud al Obispo Mardones, y luego en las aprobaciones religiosa y civil,
en la tasación y en los encabezamientos de todas las páginas, se dice, sin ex-
cepción: Segunda parte de los Comentarios Reales. Peto tal vez por evitar
una confusión, o por conveniencia editorial o por otras razones, el título
con que se publicó al fin el volumen (y que sólo aparece también en la fe
de erratas) fue el de Historia general de Perú. Trata el descubrimiento dél;
y como lo ganaron los Españoles. Las guerras ciuiles que huuo entre Pira-
rros y Almagras, sobre la parti¡a de la tierra. Castigo y leuantamiento de
tiranos: y otros sucessos particulares que en la Historia se contienen.
Quedó así concluida la obra, casi al mismo tiempo que terminó la vida
del Inca Garcilaso. Con un esfuerzo amoroso y constante había llegado a
completar lo propuesto; la reconstrucción histórica de la organización in•
caica, que era suya por la sangre materna, y la presentación de la nueva
cultura, que españoles como su padre habían implantado en su tierra peruana.
Era una reación de hechos, pero en el fondo una historia de ideas; la descrip-
ción de un cuadro externo y al mismo tiempo su propio retrato; y con el
suyo, el primer retrato espiritual de la vida peruana hecho por un mestizo
de español y de india,
La obra, como se ha visto, alcanzó desde el primer instante una justi-
ficadísima y extraordinaria resonancia; fue elogiada antes de aparecer; se
tradujo en el mismo siglo xvn al francés y al inglés y poco después al ho-
landés; y la limpia elegancia de su estilo fue considerada un modelo literario.
Al finalizar el siglo xvm, cuando se anunciaba ya la terminación del Impe-
rio español en América, lo que la enalteció más fue la exaltación del Imperio
de los Incas y, con él, de las poblaciones indígenas americanas. Con la re-
belión de José Gabriel Condorcanqui en el Perú (el gallardo descendiente
de los Incas que asumió el nombre de Túpac Amaru), los Comentarios Rea-
les fueron de una parte buscados y de otra parte perseguidos. "Si los Co-
mentarios del Inca Garcilaso no hubieran sido toda la lectura del insurgente
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