Page 390 - Droysen, Johann Gustav - Alejandro Magno
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REORGANIZACION DEL EJERCITO 387
Parece un símbolo el que en la persona de Alejandro confluyera el mundo
de ideas del occidente, que culmina en su maestro Aristóteles, y el nacido en las
riberas del Ganges, los dos polos de los dos procesos históricos que Alejandro soña
ba con enlazar y fundir, con toda la extensión y variedad de las formas y contenidos
prácticos que había tras ellos y que encerraban idealmente en su interior.
Y, al proceder así, no obraba de un modo arbitrario, partiendo de falsas
premisas ni por medio de una cadena de sofismas. Arrancando del primer impul
so que, ante sus ojos, se desprendía como por sí mismo de la historia de la vida
helénica, desprendíanse como consecuencias absolutamente lógicas todos los de
más actos realizados por él; y el hecho de que cada uno de los nuevos corolarios
se abriese paso al igual que los anteriores parecía confirmar brillantemente el
acierto de sus deducciones. No tuvo la dicha de encontrarse con un adversario
digno de él, que señalara una meta y una medida a sus actos; lo único que pudo
convencerle de que también sus recursos de poder tenían un límite fué el ver
cómo las energías morales de sus tropas habían fallado cuando trató de llevarlas
más allá de las riberas del Hifasis; y en el desierto de la Gedrosia hubo de com
prender, en trágica lección, que la naturaleza era más poderosa todavía que su
voluntad y le aventajaba a él en poder. Pero las formas sobre las que pensaba
afianzar a la larga la obra realizada por él, el sistema de gobierno y organización
cuyos jalones iba colocando no había sido refutado junto al Hifasis ni en el
desierto, y los brotes esporádicos de oposición surgidos en el campo macedonio
y en el helénico habían sido aplastados, hasta ahora, con tal rapidez y con tanta
facilidad que no podían desviarle de su rumbo.
La obra ya comenzada empujábale y le obligaba a seguir marchando; aunqus
hubiese querido, no habría sido ya capaz de detener la corriente impetuosa des
encadenada ni de hacerla volver atrás.
REORGANIZACIÓN P E L E JÉ R C IT O
Las bodas de Susa fueron seguidas por otro acontecimiento de importancia
y alcance muy profundos. Este acto, que venía siendo preparado desde hacía largo
tiempo, tenía que llevarse necesariamente a cabo ahora, pues se daban ya todas
las condiciones necesarias para su realización.
Desde el final del reinado de Darío, servían tropas asiáticas en las filas del
ejército de Alejandro; pero, hasta ahora, estas tropas habían luchado siempre con
las armas y los métodos tácticos de su propio ejército, formando unidades aparte;
estaban consideradas, simplemente, como tropas auxiliares y el orgullo de los
guerreros macedonios las miraba con desdén, a pesar de la excelente cooperación
prestada por ellas en las campañas de la India. Sin embargo, a medida que iba
progresando el proceso de acercamiento y mutua asimilación de las múltiples
nacionalidades en todos los demás terrenos, hacíase más y más necesario suprimir
también dentro del ejército las diferencias entre vencedores y vencidos