Page 163 - DERECHO INDÍGENA Y DERECHOS HUMANOS EN AMÉRICA LATINA (1988)
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intereses. Alertamos también a los compañeros contra la introducción de
                  tecnologías innecesarias que no podemos de hecho controlar y no sirven a
                  nuestro proceso, sino al desarrollo del capitalismo. Esta tecnología sostiene la
                  dependencia, la sujeción del pueblo a proyectos ajenos, la expulsión de población
                  hacia los centros urbanos, el trabajo migratorio y la desorganización social y
                  cultural.

                         Espacio político

                         1. Los indígenas no sólo pedimos  que nos devuelvan las tierras que
                  siempre fueron nuestras. No sólo pedimos  luz eléctrica, caminos, agua potable,
                  pues como partes integrantes de la nación mexicana tenemos pleno derecho a
                  ello, y no habremos de arrodillarnos a dar las gracias por estos servicios, como no
                  se arrodillan los que viven en las ciudades: a ellos les parece algo normal. (...).

                         Educación bicultural-bilingüe

                         1. Apoyamos las medidas acordadas por la  ANPIBAC  en su reunión de
                  Oaxtepec, Morelos, por entender que se trata de un serio esfuerzo por
                  descolonizar la educación. Tanto el contenido de los programas como las normas
                  pedagógicas deben provenir, en lo posible, de la voluntad de las comunidades y
                  regiones indígenas a través de las autoridades comunales, consejos regionales y
                  consejos supremos. Ésta será la mejor garantía para una educación bicultural-
                  bilingüe, que deje de actuar como factor de penetración y aculturación.

                         2. en anteriores oportunidades se pidió la legislación de nuestras lenguas
                  por el Estado, a nivel nacional o regional. Mientras ello no ocurra, no se podrá
                  negar la subsistencia de una situación colonial. Volvemos en esta ocasión a
                  exigirlo, ya que, pese al tiempo transcurrido, no se inició gestión alguna en este
                  sentido.

                         3. Pedimos la expulsión del Instituto Lingüístico de Verano por el
                  divisionismo en que se traduce su acción  en las regiones indígenas. Su praxis
                  aliena a muchos elementos de las comunidades, volviéndolos contra su propia
                  gente y contra su propia historia. Su labor, así, resulta claramente etnocida. Pero
                  advertimos, también, que no es el Instituto Lingüístico de Verano la única
                  institución religiosa que actúa en nuestro  medio. Hay múltiples sectas, diversas
                  órdenes religiosas que cometen igualmente etnocidio. La acción contra la
                  intervención religiosa en las regiones  indígenas debe ser coherente y global.
                  Hasta ahora, el  ILV  ha recogido todas las críticas dejando a las demás
                  agrupaciones en el paraíso de la impunidad,

                         4. Apoyamos la creación de un Instituto de las Lenguas Mexicanas.
                  Ponemos asimismo de manifiesto a los  dispersos intelectuales de izquierda,
                  francotiradores ignorantes al parecer de nuestra realidad concreta, que sus puntos
                  de vista no reflejan para nada los nuestros. Hace más de 450 años que el indígena
                  viene siendo discriminado, pero basta que se inaugure una carrera académica




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