Page 59 - LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION
P. 59
creencias de transición, y después en las nuestras, no tocaremos de una manera
manifiesta a las iglesias cristianas existentes; pero lucharemos contra ellas por
medio de la crítica, provocando las disensiones.
En general, nuestra prensa contemporánea revelará los negocios de estado,
las religiones, la ineptitud de los Gentiles, todo ello en términos los más indecentes
para infamarlos de todas maneras, COMO EXCLUSIVAMENTE SABE HACERLO EL
GENIO DE NUESTRA RAZA. Nuestro reinado será la apología del reinado de Vichnou,
que es su símbolo: de nuestras cien manos cada una tendrá un resorte de la
máquina social. Todo lo veremos sin la ayuda de la policía oficial, que tal como la
hemos formado, en la actualidad no deja a los gobiernos Gentiles que vean todo lo
que sería necesario. Conforme a nuestro programa un grupo de terceras personas
vigilará a los demás, y esto no por otro móvil que el sentimiento del deber y por
servir al Estado voluntariamente. Entonces no se considerará deshonroso servir de
espía y delator, sino algo digno de alabanza y premio; pero las delaciones mal
fundadas serán cruelmente castigadas, para que no haya abusos en este sentido.
Nuestros agentes serán sacados lo mismo de las altas clases sociales que de las
bajas; de la burocracia que se divierte; de entre los editores, libreros, impresores,
dependientes de comercio, obreros, cocheros, lacayos, etc. Esta policía desprovista
de derechos, sin autorización para obrar por sí misma, y por lo tanto, sin poderes,
no hará otra cosa sino servir de testigo y presentar sus denuncias: la comprobación
de las denuncias y las aprehensiones dependerán de un grupo de Directores de los
asuntos policiales, las aprehensiones serán efectuadas por el cuerpo de gendarmes
y por la policía municipal. El que no presente su informe o denuncia de lo que haya
visto u oído, sobre cuestiones políticas,
será considerado igualmente como
culpable del delito de encubridor o como
cómplice, lo mismo que si hubiera
cometido ambos delitos. Del mismo modo
que hoy nuestros hermanos están
obligados bajo su responsabilidad, a
denunciar ante la comunidad a los
renegados o a toda persona que emprenda
cualquier acción contraria a esa misma
comunidad, así en nuestro reino universal
será obligatorio para todos nuestros
súbditos servir al Estado en esa misma
forma. Esta organización destruirá los
abusos de la fuerza, de la corrupción y
todo aquello que nuestros consejos y
nuestras teorías de los derechos del
hombre han introducido en las costumbres
de los Gentiles.
Pero ¿cómo si no hubiéramos
podido obtener que se multiplicaran los
motivos de desorden en sus gobiernos? ¿Por qué otros medios más aptos?
Ciertamente, uno de los más importantes son los agentes a cuyo cargo está la
conservación y el
58