Page 56 - LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION
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PROTOCOLO XVI.
Las universidades inofensivas.- El Clasicismo sustituido.- La educación y la
profesión.- Reclame de la autoridad del gobierno en las escuelas.- Abolición de la
enseñanza libre.- Las nuevas teorías.- La independencia del pensamiento.- Enseñanza
por imágenes.
Con el fin de destruir todas las fuerzas colectivas, excepto las nuestras,
suprimiremos las universidades, primera etapa del colectivismo, y fundaremos otras
con un espíritu nuevo. Sus jefes y profesores serán preparados secretamente en su
labor, por programas de acción secretos y minuciosos, sin poder apartarse de ellos
en ningún punto. Serán nombrados con especial prudencia y en todo dependerán
del gobierno. Excluiremos de la enseñanza el Derecho Cívico, así como todo lo
demás que tenga relación con las cuestiones políticas. Estas materias serán
enseñadas a unas cuantas decenas de individuos seleccionados en virtud de sus
aptitudes sobresalientes. Las universidades no deben dejar salir de sus aulas a esos
picos de oro forjadores de constituciones como si compusieran comedias o
tragedias y que se ocupan en cuestiones políticas de las que ni sus padres
comprendieron jamás una palabra. El falso conocimiento que tienen los hombres de
esta materia, las más veces ha dado origen a los utopistas y a los malos ciudadanos:
a vuestra vista está lo que la educación general de hoy ha hecho de los Gentiles.
Hemos tenido necesidad de inyectar en su educación todos esos principios
que tan brillantemente nos han servido para debilitar su orden social. Pero una vez
que nos hayamos adueñado del poder, proscribiremos de la educación todas las
materias de enseñanza que pueden traer el desorden, y haremos de los jóvenes,
niños obedientes a las autoridades y amantes de los que gobiernan, como un apoyo
y una esperanza de paz y de tranquilidad. Reemplazaremos el Clasicismo, haciendo
otro tanto con el estudio de la historia antigua que presenta más ejemplos malos
que buenos para el estudio del programa del porvenir. Borraremos de la memoria
de los hombres todos los acontecimientos de los siglos pasados que no nos son
gratos, no conservando sino los que dan a conocer las faltas de los gobiernos
Gentiles. La vida práctica, el orden social natural, las relaciones de los hombres entre
sí, la obligación de evitar los malos ejemplos del egoísmo, que siembran la semilla
del mal, y otras cuestiones semejantes de carácter pedagógico quedarán en la
primera línea del programa del porvenir, en la enseñanza de cada profesión, que
según ella sea, será distinto, y que no generalizará la enseñanza bajo cualquier
pretexto.
Esta forma de plantear la cuestión tiene una importancia particular. Cada
clase social debe ser educada dentro de los límites precisos, de conformidad con el
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