Page 217 - Mahabharata
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2. El salón                                                                              197


                   Kunti los siguió desde cierta distancia. Para ella, aquella escena era demasiado
               fuerte; lloraba lamentándose en voz alta y su dolor era inconsolable. Los pandavas

               continuaban alejándose y Vidura condujo a Kunti de vuelta al palacio, tratando de
               hacerla sobreponerse al dolor. Los pandavas caminaban con rapidez, alejándose de la
               odiosa ciudad de Hastinapura.
                   Dhritarashtra se encontraba solo en su habitación y, como tenía miedo de estar solo,
               mandó llamar a Vidura. Cuando vino, le preguntó:
                   —Vidura, ¿qué ocurre? Tengo miedo, quiero saber qué dijeron los pandavas cuando
               se fueron. Quiero que me cuentes cómo abandonaron la ciudad, dímelo todo.

                   Vidura dijo:
                   —Todos los ciudadanos de Hastinapura querían acompañar a los pandavas al bosque.
               Como Shri Rama cuando se iba de Ayodhya, nuestro querido Yudhishthira, con lágrimas
               en sus ojos se opuso y les invitó a volver a sus casas. Pude ver cómo la gente se secaba los
               ojos lagrimosos, unos con sus vestidos, otros con los puños de sus ropas y algunos con las

               manos. Trataban de seguir a los pandavas con su mirada, pero ni siquiera podían hacer
               eso porque las lágrimas les cegaban. Vi a Yudhishthira caminar con su rostro cubierto
               con la parte superior de su vestido. Vi alejarse a Bhima, mirando todo el tiempo sus
               dos poderosas manos. Vi a Arjuna esparciendo tierra sobre sus pisadas durante todo el
               camino mientras seguía a su hermano. Vi a Shadeva con su rostro ennegrecido con tizne
               y a Nakula con su cuerpo cubierto de polvo y cenizas. También vi a la hermosa Draupadi
               con su pelo largo y perfumado cubriéndole su cara; lloraba todo el tiempo. Siguiendo a
               estos seis, vi a su guru Dhaumya que estaba arrancando hierba Kusa mientras recitaba
               los versos del sagrado Sama Veda; versos en alabanza de Rudra y Yama.
                   Dhritarashtra le preguntó si las acciones de los pandavas tenían algún significado.
               Vidura dijo:
                   —Por supuesto que lo tienen, tú y tus hijos podéis olvidar el Dharma, pero no

               Yudhishthira; él es un buen hombre. Él sabe que toda la ciudad sería convertida en
               cenizas si él la mirase con ojos de enfado. Así que para salvar a la ciudad de sus miradas
               furiosas caminaba con su rostro cubierto. Bhima miraba sus manos mientras caminaba
               porque los pensamientos de su venganza sobre tus hijos, están siempre en su mente.
                   El que Arjuna esparciera tierra, una lluvia incesante de polvo, es un símbolo de que
               va a esparcir lluvias de flechas para destruir a toda tu familia. Shadeva ha oscurecido su
               rostro porque no quería que nadie le viese. En cuanto a Nakula, es el más hermoso de los
               cinco y no quería que las mujeres de la ciudad le mirasen con sus ojos llenos de deseo, no
               quería que tuviesen malos pensamientos, por eso se ha desfigurado con polvo y cenizas.
               En cuanto a Draupadi con sus ojos llorosos y su cara cubierta por su pelo suelto, es
               sólo una indicación de que dentro de trece años las mujeres de tu casa tendrán todas la
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