Page 447 - Egipto Tomo 1
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                 mazmorra; en tanto que el mozalbete esclavo la víspera, sentábase el dia siguiente en el
                 trono, mandando á su antojo y disponiendo de tesoros inagotables. Una operación mercantil
                 afortunada  ; un simple servicio prestado al sultán  , bastaban para convertir en potentado al
                 que ayer pedia limosna, y como se le antojara á un. magnate, el mercader acomodado veíase
                 reducido á la miseria en un abrir y cerrar de ojos. Las maravillas de la India, los palacios de

































                                        AJIMEZ DE GAMA EL-GHURI
                 la Persia, las fantásticas descripciones de la remota China llegaban á noticia de los sultanes
                 mamelucos, tanto ó más que por medio de los libros, por lo que referian los marineros, los
                 conductores de caravanas y los mercaderes de esclavos.
                   Cuanto puede fantasear el espíritu más sensual, respecto á riquezas, placeres, pompa y
                 magnificencia, en suma, á cuanto puede halagar los sentidos, poseíanlo hasta el exceso
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