Page 32 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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          11.  Una vez resuelta así  la cuestión de principios, que por su
        trascendencia era indispensable anticipar, podemos ya convertir el áni-
        mo, desnudo de prevenciones,  al terreno de los hechos, que son  la
        base positiva de todo  el problema y que hasta aquí hemos supuesto
        conocidos del lector y aceptada a priori su histórica realidad. Como
        insinué más  arriba,  la exploración  total  de  ios hechos y  de  las
       ideas espirituales del sufismo en toda la amplitud geográfica y cro-
        nológica de  su  vida  sería  tarea  excesivamente  prolija y  de  re-
        sultados aleatorios en lo que toca a su eficacia:  ni todos los pensa-
       dores ascéticomísticos han sido estudiados aún en monografías ais-
        ladas, ni la síntesis eventual que de sus ideas cupiere intentar, en  el
        caso de haberse ya ultimado esa previa investigación analítica, ofre-
        cería datos más abundantes y típicos que los que arroja la escueta
        exploración de uno solo de los mystici majores del islam, como Abena-
        rabi de Murcia, el cual, asi por su universal influencia que se extien-
        de a todo el mundo islámico y llega a nuestros días, como por el eclec-
        ticismo de su sistema teológico, preñado de elementos heteróclitos, y
       por haber florecido en  el siglo xm, es decir, en un período ni muy
        tardío ni muy temprano para la historia del sufismo, es realmente un
        caso típico, fecundo en sugestiones, que recoge y polariza todas las
       ideas, experiencias y métodos pertinentes a la espiritualidad del islam,
        en sus dos fases integrantes, la ortodoxa y la heterodoxa o panteísta.
        A través de sus obras ensayaremos, pues, la exploración de la vida y
        doctrina media del sufismo, para descubrir en ambas lo que tengan de
        cristiano. Mas como las ideas del escritor deben siempre no poco a
        su temperamento, a su educación, al medio en que se formó, a su vida
        en suma, fuerza será anteponer a la doctrina la biografía, documenta-
        das una y otra con los textos vivos de sus obras, inexploradas hasta
        la fecha. Tres partes por eso abarcará este estudio: la vida, la doctri-
        na, los documentos.
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