Page 30 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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       cuyo pormenor escapa a nuestra penetración, pueden encontrarse in-
       dividuos que pertenezcan por el alma a la religión verdadera."
          Y más adelante, al estudiar la naturaleza de las gracias místicas o
        carismas a la luz de la psicología moderna, pero en armonía con  la
       doctrina católica, extiende con el mismo criterio de San Agustín estos
        principios a la solución del segundo problema que nosotros nos hemos
       planteado, o sea, a  la posible existencia de las gracias gratis datas,
       fuera  del cuerpo  visible de  la  Iglesia. He aquí sus palabras  (1):
       "Los psicólogos católicos no pretenden en modo alguno reclamar ex-
        clusivamente para sus místicos  el beneficio de todos y cada uno de
       estos favores, como tampoco discuten  la posibilidad de "verdaderos
        milagros" en las "religiones falsas". Tan sólo estiman que estos favo-
        res y estos milagros no pueden tender en definitiva más que a condu-
        cir a las almas al "único redil" (Joan., X, 16), agregándolas por  e!
       deseo y por la fe implícita al "alma de la Iglesia". Piensan que estos
        milagros y estos favores pueden muy bien ser concedidos para confir-
        mar las verdades que se encuentran en las sectas, pero no la verdad
       de las sectas como tales, y creen, además, que no pueden ser otorga-
       das fuera de la Iglesia con la misma frecuencia que dentro."
          Esta última reserva va acompañada de otra salvedad, tan perfec-
        tamente lógica como aquélla, a saber: que los carismas y gracias de
       oración no pueden ofrecer idénticos caracteres en todas las religiones,
        porque existiendo una estrecha relación entre la manera de vivir y la
        manera de sentir y de concebir, es evidente que las diferencias dog-
        máticas, ascéticas y litúrgicas, que separan al místico católico de los
       que no lo son, habrán de reflejarse por fuerza en la psicología peculiar
        de los fenómenos respectivos, provocando estados de alma diferentes
        en su conjunto, aunque análogos en sus caracteres elementales. Dog-
        mas tan típicos como la Trinidad, la divinidad de Jesús, su encarnación
       y redención; reglas ascéticas tan perfectas como las de  la humilde
       obediencia y abnegación absoluta de la voluntad, y ritos litúrgicos tan
       eficaces para la purificación del alma y para su unión con Dios como

         (1)  Ibidem, pág. 425-427.
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