Page 44 - El Islam cristianizado : estudio del "sufismo" a través de las obras de Abenarabi de Murcia
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las gibas de los onagros, todos ellos siguieron paciendo tranquilos, sin que ni
uno solo levantase la cabeza, hasta que acabé de atravesar el rebaño. Alcanzá-
ronme entonces mis criados, y sólo entonces, es decir, delante de ellos, echaron
a correr los onagros huyendo. Hasta que no entré en este camino, quiero decir,
el camino de Dios, no conocí la causa de aquel hecho. Entonces, reflexionando
sobre lo que es el trato social, comprendí que la causa de aquel extraño fenó-
meno de los onagros fué ésta, a saber: que la confianza que en mi alma sentí
hacia ellos se comunicó también a sus almas respecto de mí."
La nobleza de su estirpe y sus personales aptitudes literarias gran-
jeáronle bien pronto el cargo de secretario del Gobierno de Sevilla.
Los Beni Abdún de Bugía, familia distinguida, diéronle en matrimo-
nio a su hija Mariam, piadosa y santa mujer (1).
"De este grado místico no he visto ni a una sola persona. Unicamente me
contó mi esposa Mariam, hija de Mohámed b. Abdún, que ella vió a una de
estas personas, cuya descripción me hizo, y por su descripción inferí que estaba
dotada de esa facultad intuitiva; sin embargo, en su descripción citó ciertas
cualidades que demostraban no poseer dicho grado, sino imperfecta y débil-
mente."
"Refirióme mi santa esposa, Mariam, hija de Mohámed b. Abdún b. Abde-
rrahman de Bugía, lo siguiente: "Vi en mi sueño a una persona que en mis
visiones extáticas me visitaba y que jamás vi en el mundo de los sentidos. Esa
persona me dijo: "¿Quieres seguir el camino de la perfección?" Yo le respon-
dí: "Efectivamente, deseo seguir ese camino; pero no sé cómo." El me dijo
entonces: "Por medio de estas cinco cualidades: la absoluta confianza en la
voluntad de Dios; la fe viva; la paciencia; el propósito firme; la sinceridad."
Cuando mi esposa me explicó esta visión, le dije: "Ese es el método de los
sufíes" (2).
Los ejemplos y exhortaciones de su esposa comenzarían quizá a
determinar en Abenarabi un cambio de vida, preparado ya por las sú-
plicas de su devota madre. Una grave enfermedad debió también con-
tribuir a ello: durante ésta, sufrió accesos febriles acompañados de
monstruosas visiones del infierno, de las cuales se vió libre por Ir
oración de su padre que velaba su sueño (3).
(1) Fotuhat, III, 311.
(2) lbidem, I, 363.
(3) Fotuhat, IV, 648.