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Mrros GRIEGOS E HISTORIOGRAFÍA ANTIGUA                       239

     Fernand Braudel. Mientras tanto, en España, en la década de los 50, los
     «historiadores» permanecían ajenos a toda inquietud intelectual en el
     campo de la investigación sobre la Antigüedad, evidenciando un desin­
     terés endémico hacia los progresos de la ciencia historiográfica. Los
     arqueólogos empeñados en la estricta museística, cuando no en un es­
     téril coleccionismo privado, mantenían un absurdo divorcio con la in­
     terpretación histórica de los materiales. Aún hoy, salvo algunas excep­
     ciones, nuestra mayor carencia es no saber o no atrevemos a teorizar,
     no hacer historiografía.
       Momigliano desde sus años jóvenes se enriquecía con la lectura crí­
     tica, valiente, de las obras más significativas que iban apareciendo en
     Europa sobre el mundo antiguo, de las que ha dejado cientos de sabro­
     sas reseñas. Su mérito como crítico ha sido leer y estudiar a sus contem­
     poráneos con el mismo método y los mismos criterios con que habi­
     tualmente se estudian los autores antiguos. Numerosos elencos biblio­
     gráficos y balances historiográficos delatan su preocupación por no es­
     tar ajeno «al  estado actual de  los conocimientos» y  su interés por
     instrumentalizar las fuentes. La preocupación de Momigliano por estar
     al día de la producción historiográfica que le interesaba no se limitaba
     a hacer acopio de libros, sino a subrayarlos y elaborar fichas de lectura
     que luego vertía en las reseñas. Incluso, antes de publicar la crítica de
     un libro, se ponía en contacto con el autor, intercambiando opiniones y
     creando el caldo de cultivo a la dialéctica, siempre provechosa, a modo
     de premesse per la discussione. La correspondencia con otros grandes
     historiadores de su tiempo como  Santo Mazzarino,18  el celebérrimo
     autor de IIpensiero storico classico, Bari 1968, o Piero Treves,19 retra­
     tan bien este quehacer intelectual del historiador.
       Para Momigliano hacer historia es no tanto el estudio de los hechos
     en sí, sino el estudio de «las formas con que se dan los hechos en las
     fuentes»,20 no sólo la historia -tenía exacta conciencia de los límites
     impuestos por la evidencia-21  sino «cada tipo de historia en particular»


     18 M. Mazza, «Ricordo di Santo Mazzarino eAmaldoMomiglianio», Orp/ieus 12,1991,317-
       341.
     19 L. Braccesi, «Ricordo di Piero Treves», AIV, 151,1993,567-578.
     20 « Storiografia su tradizione scrita e storiografía su tradizione oral», Terzo Contr. 13-22 (=La
       historiografta griega,  94-104).
     21 A. Momigliano: «A Hundred Years añher Ranke», Contr. I, 373, así como Finley, loc.cit.
        116 ss. y n.2.
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