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Al  mando  de  una  fuerza  fue  destacado  a  la  sierra,  para  secundar  la  expedición  del
            general Juan Antonio Álvarez de Arenales. Se dedicó a organizar guerrillas o montoneras
            con las que hostigó a los realistas en las inmediaciones de Lima. Cuando esta ciudad fue
            abandonada por los españoles en julio de 1821, Vidal y sus tropas se dedicaron a hostigarlos
            a lo largo de su retirada hacia la sierra. Herido gravemente en la quebrada de Socos, pasó
            largos meses restableciéndose. Fue asociado a la Orden del Sol, el 12 de diciembre de 1821

            Fue  incorporado  a  la  Legión  Peruana  y  actuó  en  la batalla  de  La  Macacona,  el 7  de
            abril de 1822, que fue un desastre para las armas patriotas. Como debía reorganizarse la
            Legión,  fue  comisionado  para  reunir  nuevos  efectivos  en Yauyos.  Después  del motín  de
            Balconcillo, ocurrido el 26 de febrero de 1823 y que derribó a la Junta Gubernativa, el nuevo
            presidente José  de  la  Riva  Agüero lo  envió  a  guarnecer Huánuco.  Tras  la  llegada
            de Bolívar y el apresamiento de Riva Agüero en Trujillo, se internó en la montaña donde las
            tribus de los panataguas, rechazando la oferta de los españoles de sumarse a su bando.
            Cuando Bolívar unificó el país bajo su mando, se presentó ante él en Lima y solicitó que se
            le  confiara  las guerrillas en  las  vecindades  de  La  Oroya,  para  hostilizar  a  los  realistas.
            Ascendido a teniente coronel, el 10 de noviembre de 1823, cumplió su objetivo evitando que
            el general español Juan Ramírez amenazase la retaguardia patriota antes de la batalla de
            Junín.  Luego  dirigió  operaciones  diversionistas  al  norte,  amagó  a  los  realistas  que  se
            hallaban en Lima, en noviembre de 1824; y ante el propio Bolívar luchó en Miranaves contra
            una columna salida de la Fortaleza del Real Felipe, el 1 de febrero de 1825.

            Viajó luego a Bolivia, con pliegos para el general Sucre. De regreso al Perú, fue involucrado
            en una presunta conspiración (27 de julio de 1826), siendo desterrado a Chile junto con el
            general Mariano  Necochea y  otros  implicados.  Retornó  tras  la  reacción  nacionalista  del
            día 27 de enero de 1827, que tumbó al régimen bolivariano. Fue nombrado gobernador de
            la fortaleza del Callao.
            Destinado  a Ayacucho a  fines  de 1827,
            organizó  una  expedición  contra  los
            rebeldes iquichanos de Huanta, quienes
            todavía  se  batían  por  la  corona
            española.     Logró     someter     a   los
            insurrectos,  a  cuyos  dirigentes  apresó
            en mayo de 1828.  Acompañó  luego  al
            presidente José       de     La     Mar en
            la campaña  contra  la  Gran  Colombia.
            Estuvo en la sorpresa de Saraguro el 13
            de  noviembre de 1829 y  defendió  la
            retaguardia  peruana  en  la batalla  del
            Portete de Tarqui. Luego se trasladó al
            cuartel  general  de Piura y  cuando  el
            presidente     fue    depuesto     por    el
            general Agustín  Gamarra,  fue  enviado
            a Guayaquil con instrucciones para los jefes de las tropas de ocupación.

            Restablecida la paz con Colombia, asumió el comando del Batallón Callao acantonado en
            Lima.  Fue  ascendido  a coronel el 11  de  septiembre de  1829  y  pasó  a  ser  edecán  del
            presidente Gamarra. Participó en la campaña en la frontera con Bolivia en 1831, pasó a ser
            comandante  de  la  guarnición  de  Ayacucho;  y  fue  ascendido  a general  de  brigada en
            diciembre de 1832.
            Elegido diputado por  Lima  en 1833,  se  incorporó  a  la Convención  Nacional (asamblea
            constituyente).  Se  le  comisionó  sofocar  la  revolución  iniciada  en  el departamento  de  La
            Libertad por Felipe Santiago Salaverry, a quien enfrentó en un combate librado en la Garita
            de Moche (al norte del actual Puerto Salaverry), el 19 de noviembre de 1833. El encuentro


          LDdA                                “EL COMANDANTE” | ENERO – FEBRERO - MARZO | AÑO 11 N° 39    33
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