Page 18 - Curisodades de lo que nos rodea
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COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA:
La Tierra es un planeta terrestre, lo que significa que es un cuerpo rocoso y no
un gigante gaseoso como Júpiter. Es el más grande de los cuatro planetas
terrestres del sistema solar en tamaño y masa, y también es el que tiene la
mayor densidad, la mayor gravedad superficial, el campo magnético más fuerte
y la rotación más rápida de los cuatro. También es el único planeta terrestre con
placas tectónicas activas. El movimiento de estas placas produce que la
superficie terrestre esté en constante cambio, siendo responsables de la
formación de montañas, de la sismicidad y del vulcanismo. El ciclo de estas
placas también juega un papel preponderante en la regulación de la
temperatura terrestre, contribuyendo al reciclaje de gases con efecto
invernadero como el dióxido de carbono, por medio de la renovación
permanente de los fondos oceánicos.
FORMA
La forma de la Tierra es muy parecida
a la de un esferoide oblato, una esfera
achatada por los polos, resultando en
un abultamiento alrededor del
ecuador. Este abultamiento está
causado por la rotación de la Tierra, y
ocasiona que el diámetro en el
ecuador sea 43 km más largo que el
diámetro de un polo a otro. Hace aproximadamente 22 000 años la Tierra tenía
una forma más esférica, la mayor parte del hemisferio norte se encontraba
cubierto por hielo, y a medida de que el hielo se derretía causaba una menor
presión en la superficie terrestre en la que se sostenía, causando esto un tipo de
«rebote». Este fenómeno siguió ocurriendo hasta mediados de los años noventa,
cuando los científicos se percataron de que este proceso se había invertido, es
decir, el abultamiento aumentaba. Las observaciones del satélite GRACE
muestran que, al menos desde 2002, la pérdida de hielo de Groenlandia y de la
Antártida ha sido la principal responsable de esta tendencia.