Page 260 - Abrázame Fuerte
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gente lo que sabemos hacer.
—Sí, puede que tengas razón. —El chico mira al suelo, pensativo. Estela le
aprieta el hombro con la mano. Si por ella fuese, le daría otro beso, pero no se
atreve. Le ha encantado que él la besara en ese momento de crisis, pero no se ha
repetido, ni han hablado de ello.
De pronto entra un chico en la sala. Lleva unos cascos enormes en la cabeza,
un walkie talkie colgado del cinturón, y una libreta como la de Mamen.
—Hola, chicos. Soy el asistente de producción. Sentimos la espera. En
seguida pasaréis a la sala de maquillaje, pero primero quiero haceros unas
preguntas. A ver… tú. —Señala con el dedo al chico del beat box—. ¿Cómo
quieres que te presentemos? Quiero decir, tu nombre artístico.
—Mi nombre real es Óscar López, y mi nombre artístico es SuperBeat López
—responde el chaval.
Todos ríen en la sala. ¡Es muy original!
—Ahora vosotros. —El asistente mira a los emos.
—Nosotros somos Jennifer, Mauro y Julio. Nos llamamos Car Machacón.
—Un nombre duro; sí, señor —afirma el asistente apuntando en su libreta—.
¿Y vosotros?
Es el turno del coro de gospel.
—Jorge, Luis y Juan —responde uno de los miembros, señalando a sus
compañeros—, y ellas son María Rosa, Penélope y Cristina. Nos llamamos
Madame Sound.
—Muy bien. Listo. Me faltáis… vosotros —dice el asistente dirigiéndose a
Marcos y a Estela, que se miran sorprendidos. ¡No tienen nombre!
—Nos llamamos Atreyu —contesta el chico de repente.
—No, nos llamamos Princess —responde Estela, casi al unísono.
—A ver, o Atreyu o Princess —plantea el asistente.
El dúo se mira. Han tomado decisiones distintas. Pero se sonríen. Estela mira
a Marcos y propone, con dulzura:
—¿Te parece bien que nos llamemos Princesa Atreyu?
Marcos asiente. Ese nombre tiene magia, como ellos. Estela se lo confirma al
asistente. Cuando éste lo apunta en su libreta, Estela agarra fuerte la mano de
Marcos.
—Bien, pues el grupo Princesa Atreyu serán los últimos en actuar y en pasar
por maquillaje. SuperBeat López, acompáñame.
El primer participante recoge sus cosas y sigue al asistente de producción.
Marcos empieza a estar realmente nervioso. Es la primera vez que Estela lo
ve así: pálido y sudoroso. Pensaba que él podía permanecer calmado ante esa
clase de situaciones. Es un chico que se ha curtido en el escenario de la calle, que
es muchísimo más duro que cualquier otro escenario del mundo.
—¿Estás bien? —le pregunta. Pero a Marcos no le da tiempo a responder,