Page 38 - Abrázame Fuerte
P. 38
David y va a flipar. ¡Pensará que somos unas salidas!
—Tranquila —responde Silvia—, mi hermano todavía está en la uni, llegará
tarde. Creo que hoy tenía partido de baloncesto.
—¡Ay, la pobre Ana, que no piensa en otra cosa que en su enamorado! —se
burla Estela. Y, aunque lo hace con cariño, la aludida salta:
—Oye, no te rías de mí, ¿vale?
Ana se ha puesto de lo más colorada.
—Que no me importa que te líes con mi hermano, Ana —le dice Silvia—. De
hecho, ¡creo que me encantaría que fueses mi cuñada!
—¡Yo no me he liado con nadie!, ¿vale? Sólo fueron un beso y un SMS que
me ayudasteis a escribir y que, os recuerdo, ¡no me ha respondido aún! —
explota su amiga.
—¡Ahh! —gritan todas las chicas, imitándola.
—¡No dramatices, que sólo han pasado tres días! —exclama Estela—. ¡Y
eso, en un hombre, no es nada!
—Un momento, un momento. —Silvia pone orden, moviendo los brazos—.
¿Le enviaste un SMS a David?
—Sí —responde su amiga, avergonzada—. No te dije nada porque me daba
cosa que lo supieras…
—¿Puedo ayudar? —pregunta Silvia, con sincera preocupación—. Si me
decís qué es lo que decía el SMS, igual os puedo aconsejar. Es mi hermano: os
acordáis de eso, ¿no?
Silvia coge el móvil de Ana y busca el SMS.
« Ay, no, qué vergüenza —piensa ésta—. ¡Que no lo lea!» .
—¡Mira que no tener WhatsApp! Mi hermano nos llevará sólo cinco años,
pero a veces parece un viejo…
—¡Sí! —dice Estela, riendo—. Con ese móvil que parece una minipimer. ¡Es
más grande que el mando de la tele!
—Bueno, ¡basta! —exclama Ana—. No os riáis de él, ¿vale? A mí me gusta,
aunque no tenga Facebook, ni Twitter, ni tonterías de ésas. Es diferente, ¿verdad,
Silvia?
—Qué te voy a contar… Es mi hermano y, aunque a veces lo mataría, como
cuando se zampa mi helado sin avisar, me lo comería a besos, y es adorable,
creedme.
« Yo sí que me lo comería a besos…» , piensa Ana atontada mirando al techo
del cuarto. Silvia la devuelve de golpe al mundo real, diciendo, en un tono más
elevado:
—Bueno, ¡lo encontré! Atención al mensaje. —Se levanta para leerlo y todas
la escuchan—: Dice así: Siento lo del beso… y, si quieres, me gustaría mucho
quedar contigo para contarte mi punto de vista.
—¿Verdad que parece que le esté pidiendo cita para una reunión de negocios?