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g) Rubén Vela, enero 7, 1957

La Paz, 7 enero 1957

Querida Alejandra: Tu carta me llena de juventud y de nostalgia por nosotros. ¡Tener la
salud de verte otra vez, los buenos días dados después de la ausencia! Siempre creo en vos. Aquí
también he dicho tus poemas, es decir, he establecido tu nacimiento en la Paz.
Has nacido, Alejandra, para Bolivia. Mandame nuevos poemas para seguir naciéndote,
hasta que te convierta en un pilar inmenso, nueva Torre al cielo. Ya se encargarán los días de hacerme
cada vez más chico. Pero tú has de nacer porque sos el poeta.
Necesito algunos libros tuyos para entregarlos aquí. Mandámelos. Otra cosa: no tengo
la dirección de Juanco. El canalla invisible tampoco me escribe.
Tu libro lo llevo como un escapulario pagano. Tu cuadro está en Buenos Aires para que
le haga mal la altura. Espero tus líneas. Un abrazo

Rubén
h) Rubén Vela, mayo 17, 1958

Embajada
de la
República Argentina
La Paz, 17 de mayo de 1958

Querida Alejandra:
Como ves, siempre luchando por nuestra poesía. El Diario tiene una
distribución de 50.000 ejemplares y va hasta Perú y Chile, es el más importante después del Mercurio de
Santiago. Considero muy necesario que haya salido toda una hoja (la diagramación no es culpa mía,
como tampoco los poemas - tenía muy poco material -)
Vos en Bolivia sos un ser sagrado, conocida por todo el mundo. Llego a Baires en los primeros días de
junio, así que arreglaremos una edición de categoría de tus poemas en Altamar. Nina está en Buenos
Aires esperando el primer baby, llámala al 45-6229, que le vas a dar una gran alegría, pues ella te quiere
mucho. Escribile a Marina. La carta dirigila a mi nombre el la Embajada, ella te admira como vos a ella.
Bueno, poeta monstruo, recibe un gran cariño.
Rubén

I)Rubén Vela, typewritten, undated.

Muchacha: he recibido tus poemas, que creo son los mejores que has escrito. No sé de donde te sale
tanta vida, esa vida caliente aterradora. De nuestra amiga, la muerte, supongo.
Pero así va la cosa, Alejandra, tan sin ton ni son. - Hoy yo mismo no sé como hablarte, pues tu
crecimiento es tanto, que me canso de mirarte por encima de mi cabeza.- no me equivocaba al
proclamar aquí y allí esa verdad tuya. Tan tuya.- Esa facultad de llegar al centro de lo que duele.- Pero
estamos tan lejos, Alejandra, que no sé si existes y qué bueno es saberlo pues tú, como las cosas que me
hacen mal, aquello que me duele, siempre estás allí, donde no puedo hablarte, pero siempre estás.
Eres la cazadora de la lluvia. Hay para ti un personaje en Aasí que pasen cinco años de García Lorca.
Una obra en que me tocó actuar hace muchos años. Yo hacía un jugador de rugby, un personaje mudo,
pero en esa obra todo hablaba y hay un personaje para ti, ya no lo recuerdo, pero allí hay una niña que

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