Page 111 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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Sueña en grande, actúa en pequeño.






                 Usa de forma sana tu imaginación. Si deseas algo —con cierto realismo— de verdad y
              lo imaginas con fuerza, puedes conseguirlo. Deja tu corazón volar, haz un plan de acción
              y ejecútalo. El plan es fundamental: sin plan ni objetivos a corto plazo, las cosas buenas
              no se logran. No pasa nada por hacer castillos en el aire, siempre y cuando seas capaz de
              construir cimientos bajo ellos. Usa tu imaginación. Sueña. Neurobiológicamente, suceden
              cosas  impresionantes  en  el  cerebro  cuando  imaginas  algo  con  fuerza  y  con  ilusión.  Tu
              cerebro  experimenta  un  cambio,  ya  que  induces  un  estado  emocional  que  tiene  la
              capacidad de modificar el normal proceder de tus neuronas.





                                    Uno atrae lo que le va sucediendo en la vida.






                 Enfócate  en  lo  que  deseas  de  verdad,  usa  tu  pasión  para  ilusionarte  en  un  proyecto
              grande —¡o pequeño!— pero que despierte lo más profundo de tu ser, y comenzarás a
              sentir que algo sucede en tu interior. Ganas en seguridad, en confianza, en alegría… Y,
              algo más sorprendente aún, tu cerebro cambia. Estados de ilusión mantenidos a lo largo
              de unos días activan un proceso de neurogénesis: células madre acuden al hipocampo —
              zona  de  memoria  y  aprendizaje—  y  se  transforman  en  neuronas.  Conocemos  pocas
              maneras de regenerar nuevas células neuronales, ¡la pasión y la ilusión son una de ellas!





                 Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro
                                               (Santiago Ramón y Cajal).






                 Tu  mente  y  tu  cuerpo  se  transforman  cuando  perciben  que  algo  bueno  puede
              acontecer. No se trata de obsesionarte con lograr un objetivo exacto —la vida no siempre
              te lleva por donde tú quieres—, sino en conseguir un estado mental que te dirija a sacar
              TMV —Tu Mejor Versión—[15]. Recuerda que obcecarte con una meta puede conllevar
              el efecto contrario, es decir, no visualizar alternativas interesantes que surgen en tu vida
              porque únicamente estás enfocado en lograr algo muy específico y concreto. A veces hay
              que  tomar  distancia,  obtener  una  visión  más  global  y,  quizá,  apuntar  hacia  una  meta
              distinta. En la vida recibimos constantemente «señales» —cada uno puede denominarlas





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