Page 133 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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Y… ¿QUÉ PASA CON EL CÁNCER?
Parece tener algún tipo de relación con el estrés y las emociones. No está claro el
proceso, pero cada vez se intuye por más científicos que la emoción o el estrés podrían
ser factores de riesgo en el desarrollo del cáncer. Lógicamente las enfermedades
oncológicas poseen una etiología variada y compleja. Siguen sin existir estudios serios
que relacionen directamente emociones y cáncer, pero todos conocemos a alguien que ha
sufrido enormemente en la vida y un día nos avisa, consternado, que está diagnosticado
de una enfermedad grave y en el fondo no nos sentimos sorprendidos… —«¡Con lo que
ha sufrido!»—.
En un trabajo dirigido por el epidemiólogo David Batty y realizado entre el University
College de Londres, la Universidad de Edimburgo y la Universidad de Sídney, analizaron
dieciséis investigaciones llevadas a cabo durante una decena de años. Eran un total de
ciento sesenta y tres mil trescientas sesenta y tres personas las que comenzaron el estudio
y cuatro mil trescientos cincuenta y tres las que fallecieron por cáncer. Se buscaba la
relación entre algunos tipos de cáncer y el componente hormonal y los estilos de vida.
Sabemos a estas alturas que la depresión genera un desequilibrio hormonal con elevados
niveles de cortisol. Esto detiene la correcta reparación del ADN e inhibe la adecuada
función del sistema inmunológico. Los resultados del estudio mostraron que las personas
con depresión y ansiedad poseían una incidencia un 80 por 100 mayor en cáncer de
colon y dos veces mayor en cáncer de páncreas y esófago. Hay que leer los resultados
con cuidado y no dejarse cegar por ese resultado tan contundente; no olvidemos un dato
importante: las personas ansiosas y depresivas poseen tasas elevadas de consumo de
tabaco y alcohol, y de obesidad —tres de los factores más presentes y estudiados en el
cáncer—.
El cáncer está relacionado con múltiples causas —el ambiente, la alimentación, los
hábitos tóxicos, la genética…—, pero lo que se postula cada vez con más fuerza es que
las emociones también juegan un papel. Por ello, para que surja el tumor tienen que
coexistir varios factores.
El cortisol, del que ya hemos hablado, es una hormona que, mantenida en el tiempo en
niveles anormalmente altos, provoca procesos inflamatorios perjudiciales para las células
del cuerpo. En julio del año 2017, el doctor Pere Gascón, jefe —hasta hace poco tiempo
— del Servicio del Hospital Clínic de Barcelona, reconocía en una entrevista que«el
estrés emocional crónico puede iniciar el proceso de cáncer».
Este oncólogo es uno de los investigadores más reconocidos en la relación del sistema
nervioso-mental con el cáncer. Voy a intentar adentrarme en esta teoría explicándola de
forma sencilla. Para empezar, no olvidemos que todas las enfermedades oncológicas
poseen un proceso muy complejo. Quiero evitar cualquier reduccionismo sobre este tema
tan grave, pero creo que unas pinceladas sencillas pueden ayudar a entender este asunto
para captar de forma global cómo reacciona el cuerpo ante ciertos estímulos y la
importancia de nuestro equilibrio mental.
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