Page 44 - Enviando REVISTA
P. 44
Los guerreros águila eran una estructura que se
administraba por sí misma. Su principal objetivo, era el
de servir como fuerzas de élite en el ejército del Estado.
Estos guerreros eran nobles bastante bien posicionados
y acaudalados, poseían tierras y cargos de prestigio en
la sociedad, que eran otorgados mediante los combates
que ganaban, como premios que la comunidad entera y
el emperador brindaban a sus héroes para tenerlos bien
satisfechos.
La función del guerrero águila, no era únicamente la de
combatir con gran táctica y de dirigir tropas en batalla,
sino también la de fungir como una especie de
sacerdote adorador de las divinidades consagradas a la
guerra, y a su patrón, el Sol. Los guerreros águila, al igual
que las demás organizaciones militares aztecas, para
reconocerse pertenecientes a tal grupo, se vestían
usando atuendos sumamente ostentosos, con plumajes
y pieles muy costosas, todo el atuendo representando
al animal al que estaba adjudicada su estructura. Los
guerreros águila, portaban plumas y ropajes dorados de
tocados exóticos para representar el plumaje de un
águila, siempre acompañados de sus tradicionales
escudos y la maza con incrustaciones mortíferas de
obsidiana.
Su templo se llamaba Kuakuauhtin Inchan, ubicado en el Cuauhcalli, que quiere decir “la casa de las
águilas” (la casa de los hombres valientes). En lo alto de este templo, había una pieza mediana junto
a un patio. En la pieza, sobre un altar, estaba colgada en la pared una imagen del Sol, pintada de
pincel en una manta, con una figura de mariposa ('Nawi Ollin'), con sus alas, y alrededor de ella, un
cerco de oro, con muchos rayos y resplandores que de ella salían. Para subir a esta pieza había cerca
de cuarenta gradas. Se oraba frente a esta imagen cuatro veces entre día y noche y se le hacían toda
clase de ritos y ofrendas relacionados con la sangre, la guerra, las armas, la virilidad y atributos de
los dioses guerreros como Huitzchilopochtli.