Page 41 - MAS ALLA DEL AULA 2_Neat
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¡...UN POCO DESDE ACÁ...!
recelo. La diosa sin compadecerse, sintiéndose mal por el
desprecio injustificado, dejó que el maíz creciera detrás de los
cerros cercanos e hizo que a pesar de estar cerca, no pudieran
ser atravesados, rodeó los cerros con un cinturón de fuego. Los
nativos podían ver los campos amarillos pero no podían
acercarse pues padecerían el fuego eterno y la tierra los
comería vivos.
La tribu rogó esta vez a Quetzalcóatl, él se compadeció del
pueblo, sirvió de mediador y habló con Pacha Mamá para que
le permitiese coger un grano, un solo grano de su cerro para
llevarlo a la población que padecía las consecuencias de los
dictámenes de Zipa. Pacha Mama aceptó el permiso que le
pedía Quetzalcóatl y le dijo:-“voy a convertirte en un animal
pequeño con el cual solo vas llevar en tu lomo un grano de
maíz”. Quetzalcóatl aceptó la condición de Pacha Mama así
que lo convirtió en una hormiga, y ese día emprendió un largo
viaje hacia el cerro por el grano de maíz amarillo mientras la
tribu esperaba respuestas, la buena noticia.
La pitonisa ya vieja y enferma, seguía advirtiendo sobre un
choque entre colores. Lo de menos era esa periodo de no
cosecha del maíz amarillo, pues toda esa situación, a fondo, era
un mensaje el cual debía comprenderse, así mismo, los ríos
quedarían en silencio, pues la sangre se iba a regar a sus
alrededores. Todo era un mensaje, un dramático mensaje. Por
eso, el maíz salía de diferentes colores porque tenían que
escuchar los signos del futuro, pero que a la vez no debía
discriminar los colores del maíz pues así sería el destino de las
tribus de esas tierras, que padecería por su color de piel frente a
los seres extraños de cara pálida. Nemequene Zipa entró en
duda, de nuevo, por lo que la pitonisa decía, decidiendo esperar
respuestas de Quetzalcóatl. Ni Quetzalcóatl ni el grano de maíz
aparecían en el horizonte. Se desesperaba y madrugaba todos
los días antes del alba para ver si llegaba con el grano de maíz
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