Page 165 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)

            robinsonada (Marx K. , 1973)  con el mismo argumento con
            el  que  refutó  la  tesis  de  los  moralistas  burgueses-  Ricardo,
            Smith -, así mismo puede refutarse a los liberalistas políticos
            desde Mill hasta Rawls o Popper, en este caso, de una especie
            de anarquistas capitalistas que abogan por la eliminación del
            Estado  al  considerarlo  contrario  al  libre  desarrollo  del
            mercado. El presupuesto antropológico de los abolicionistas,
            tanto precapitalistas como “comunistas”, consiste en creer en
            la libertad como atributo inherente al ser humano, olvidando
            que éste es un producto de las relaciones sociales. De ahí que
            no se pueda prescindir de una organización social anterior al
            sujeto.
            La  abolición  del  Estado  es  una  formulación  categorial,  no
            conceptual  y,  por  ende,  no  se  trata  de  un  hecho  que  deba
            realizarse  como  principio  revolucionario.  La  existencia  del
            Estado,  como  aparato  de  control  supracomunitario,  en  el
            horizonte  de  sentido  de  la  posibilidad  del  siglo  XIX  es  un
            impedimento de la realización de la mayoría de la población
            y por eso, tendría que ser suprimido o, mejor, imponer otro.
            La  cuestión  suele  confundirse  con  la  idea  de  la  dictadura
            proletaria  que,  en  términos  de  lo  expuesto,  no  sería  sino
            producto  de  una  tendencia  propia  de  los  movimientos
            reaccionarios,  contrarrevolucionarios.  Mas  no  sería  el  ideal
            de la teoría materialista de la historia.

            Lo  que  la  escuela  de  Frankfurt  acertadamente  llamó  el
            socialismo  realmente  existente,  es  contrario  a  los
            presupuestos  teóricos  de  Marx:  la  creación  de  un  estado
            totalitario, el pretendido desarrollo del socialismo en un solo
            país, la reducción de la participación democrática en un único
            partido, confundido con dictadura proletaria; estuvo lejos de
            ser  siquiera  una  efectiva  representatividad  de  la  clase
            trabajadora.  En  su  lugar,  se  instaló  una  férrea  estructura
            burocrática tildada de “comunista” y en nombre de Marx, que
            ni  de  marxista  ni  comunista  nada  tenía.  Una  versión  de  la



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