Page 267 - El Señor de los Anillos
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aparte de resistiros, con esperanza o sin ella. Pero no estáis solos. Sabrás que
vuestras dificultades son sólo una parte de las dificultades del mundo del Oeste.
¡El Anillo! ¿Qué haremos con el Anillo, el más insignificante de los Anillos, la
fruslería que es un capricho de Sauron? Ese es el destino que hemos de
considerar.
» Para este propósito habéis sido llamados. Llamados, digo, pero yo no os he
llamado, no os he dicho que vengáis a mí, extranjeros de tierras distantes. Habéis
venido en un determinado momento y aquí estáis todos juntos, parecía que por
casualidad, pero no es así. Creed en cambio que ha sido ordenado de esta
manera: que nosotros, que estamos sentados aquí y no otras gentes, encontremos
cómo responder a los peligros que amenazan al mundo.
» Hoy, por lo tanto, se hablará claramente de cosas que hasta este momento
habían estado ocultas a casi todos. Y como principio y para que todos entiendan
de qué peligro se trata, se contará la historia del Anillo, desde el comienzo hasta
el presente. Y yo comenzaré esa historia, aunque otros la terminen.
Todos escucharon mientras la voz clara de Elrond hablaba de Sauron y los
Anillos de Poder y de cuando fueron forjados en la Segunda Edad del Mundo,
mucho tiempo atrás. Algunos conocían una parte de la historia, pero nadie del
principio al fin, y muchos ojos se volvieron a Elrond con miedo y asombro
mientras les hablaba de los herreros elfos de Eregion y de la amistad que tenían
con las gentes de Moria y de cómo deseaban conocerlo todo y de cómo esta
inquietud los hizo caer en manos de Sauron. Pues en aquel tiempo nadie había
sido testigo de maldad alguna, de modo que recibieron la ayuda de Sauron y se
hicieron muy hábiles, mientras que él en tanto aprendía todos los secretos de la
herrería y los engañaba forjando secretamente en la Montaña de Hierro el Anillo
Único, para dominarlos a todos. Pero Celebrimbor entró en sospechas y escondió
los Tres que había fabricado; y hubo guerra y la tierra fue devastada y las
puertas de Moria se cerraron.
Durante todos los años que siguieron, Celebrimbor buscó la pista del Anillo;
pero como esa historia se cuenta en otra parte y Elrond mismo la ha anotado en
los archivos de Rivendel, no se la recordará aquí. Es una larga historia, colmada
de grandes y terribles aventuras, y aunque Elrond la contó brevemente, el sol
subió en el cielo y la mañana ya casi había pasado antes que él terminara.
Habló de Númenor, de la gloria y la caída del reino y de cómo habían
regresado a la Tierra Media los Reyes de los hombres, traídos desde los abismos
del océano en alas de la tempestad. Luego Elendil el Alto y sus poderosos hijos,
Isildur y Anárion, llegaron a ser grandes señores y fundaron en Arnor el Reino
del Norte y Gondor, cerca de las bocas del Anduin, el Reino del Sur. Pero Sauron
de Mordor los atacó y convinieron la Ultima Alianza de los elfos y los hombres y
las huestes de Gil-galad y Elendil se reunieron en Arnor.
En este punto Elrond hizo una pausa y suspiró.