Page 550 - El Señor de los Anillos
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» "Has sido una carga antes", me respondió, "pero no ahora. Eres entre mis
      garras liviano como una pluma de cisne. El sol brilla a través de ti. En verdad no
      pienso que me necesites más: si yo te dejara caer flotarías en el viento".
        » "¡No me dejes caer!", jadeé, pues sentía que me volvía la vida. "¡Llévame
      a Lothlórien!"
        » "Esa es en verdad la orden de la Dama Galadriel, que me envió a buscarte",
      me respondió.
        » Fue así como llegué a Caras Galadon y descubrí que ya no estabais. Me
      demoré allí en el tiempo sin edad de aquellas tierras, donde los días curan y no
      arruinan. Me curé y fui vestido de blanco. Aconsejé y me aconsejaron. De allá
      vine  por  extraños  caminos  y  traje  mensajes  para  algunos  de  vosotros.  Se  me
      pidió que a Aragorn le dijera esto:
       ¿Dónde están ahora los Dúnedain, Elessar, Elessar?
       ¿Por qué tus gentes andan errantes allá lejos?
       Cercana está la hora en que volverán los Perdidos
       y del Norte descienda la Compañía Gris.
       Pero sombría es la senda que te fue reservada:
       los muertos vigilan el camino que lleva al Mar.
        » A Legolas le envió este mensaje:
       Legolas Hojaverde mucho tiempo bajo el árbol
       en alegría has vivido. ¡Ten cuidado del Mar!
       Si escuchas en la orilla la voz de la gaviota,
       nunca más descansará tu corazón en el bosque.
        Gandalf calló y cerró los ojos.
        —¿No  me  envió  ella  entonces  ningún  mensaje?  —dijo  Gimli  e  inclinó  la
      cabeza.
        —Oscuras son esas palabras —dijo Legolas—, y poco significan para quien
      las recibe.
        —Eso no es ningún consuelo —dijo Gimli.
        —¿Qué pretendes? —dijo Legolas—. ¿Que ella te hable francamente de tu
      propia muerte?
        —Sí, si no tiene otra cosa que decir.
        —¿Qué estáis hablando? —les preguntó Gandalf, abriendo los ojos—. Sí, creo
      adivinar el sentido de esas palabras. ¡Perdóname, Gimli! Estaba rumiando esos
      mensajes otra vez. Pero en verdad ella me pidió que te dijera algo, ni triste ni
      oscuro.
        » "A  Gimli  hijo  de  Glóin",  me  dijo,  "llévale  el  beneplácito  de  su  Dama.
      Portador del rizo, a donde quiera que vayas mi pensamiento va contigo. ¡Pero
      cuida de que tu hacha se aplique al árbol adecuado!"
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