Page 80 - El Señor de los Anillos
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largo.
        —En  efecto,  no  —dijo  Frodo—;  pero  mientras  tanto,  ¿qué  ruta  tengo,  que
      tomar?
        —Hacia el peligro, de modo no demasiado directo ni demasiado imprudente
      —respondió el mago—. Si quieres mi consejo: ve a Rivendel. El viaje no será tan
      peligroso, aunque el camino es más difícil de lo que era hace un tiempo y será
      todavía peor cuando el año llegue a su fin.
        —¡Rivendel! —dijo Frodo—. Muy bien, iré al este, hacia Rivendel. Llevaré a
      Sam a ver a los elfos, cosa que le encantará. —Hablaba superficialmente, pero
      de pronto el corazón le dio un vuelco con el deseo de ver la casa de Elrond el
      Medio  Elfo  y  respirar  el  aire  de  aquel  valle  profundo  donde  mucha  Hermosa
      Gente vivía todavía en paz.
      Una  tarde  de  verano,  una  asombrosa  noticia  llegó  a  La  Mata  de  Hiedra  y  El
      Dragón Verde. Los gigantes y los otros portentos de los límites de la Comarca
      quedaron relegados a segundo lugar. Había asuntos más importantes. ¡El señor
      Frodo vendía Bolsón Cerrado! ¡Ya lo había vendido a los Sacovilla-Bolsón! « Por
      una bagatela» , decían algunos. « A precio de ocasión» , decían otros, « y así será,
      si la señora Lobelia es la compradora» . (Otho había muerto algunos años antes, a
      la madura aunque decepcionante edad de ciento dos años.)
        La  razón  por  la  que  el  señor  Frodo  vendía  su  hermosa  cueva  se  discutía
      todavía  más  que  el  precio.  Unos  pocos  sostenían  la  teoría,  apoyada  por  las
      indirectas e insinuaciones del mismo señor Bolsón, de que el dinero se le estaba
      agotando  a  Frodo.  Abandonaría  Hobbiton  y  viviría  en  Los  Gamos  de  manera
      sencilla,  entre  sus  parientes,  los  Brandigamo,  con  lo  obtenido  en  la  venta  de
      Bolsón Cerrado. « Lo más lejos que pueda de los Sacovilla-Bolsón» , agregaban
      algunos.  Estaban  tan  convencidos  de  las  riquezas  inmensas  de  los  Bolsón  de
      Bolsón  Cerrado  que  a  la  mayoría  todo  esto  le  parecía  increíble.  Mucho  más
      difícil que cualquier otra razón o sinrazón que la imaginación pudiera inventar.
      Para  muchos  era  un  plan  sombrío,  inconfesable,  de  Gandalf,  quien  si  bien  se
      mantenía muy tranquilo, y no salía durante el día, era sabido que se « escondía
      en Bolsón Cerrado» . Pero como quiera que el cambio se acomodase o no a los
      planes del hechicero, algo era indudable: Frodo volvía a Los Gamos.
        —Sí, me mudaré este otoño —decía—. Merry Brandigamo me está buscando
      una pequeña pero hermosa cueva, o quizás una casita.
        En  realidad,  Frodo  había  elegido  y  comprado  con  la  ayuda  de  Merry  una
      casita  en  Cricava  más  allá  de  Gamoburgo.  Para  todos,  excepto  Sam,  Frodo
      simuló que se establecería allí permanentemente. La decisión de partir hacia el
      este le sugirió tal idea, pues Los Gamos se encontraba en el límite oriental de la
      Comarca y como había pasado allí la niñez, el regreso podía parecer verosímil.
        Gandalf permaneció en la Comarca dos meses más. Luego, una tarde, a fines
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