Page 15 - Mundo Socioeducativo
P. 15
Resulta muy educativo que los videojuegos recreen entornos y contextos reales, ya que
permiten adquirir competencias, habilidades de pensamiento, estrategias cognitivas y
conocimientos relativos a dichos contextos o fenómenos.
Usualmente, los videojuegos proponen problemas y retos que los jugadores deben superar,
acostumbrando al jugador a plantear posibles soluciones mentalmente, diseñar estrategias,
sopesar consecuencias, etc. Juegos como Mario Bross, Donkey Kong o Zelda ayudan a
mejorar habilidades motoras, mejorar la coordinación visual y manual en los niños, además
de estar cargados de valores positivos como la lucha del bien contra el mal, la
responsabilidad, la solidaridad, el amor y la amistad. El desarrollo de la imaginación y la
creatividad también puede venir de la mano de los mundos de fantasía que proponen los
videojuegos.
Debemos de tener en cuenta que los videojuegos también ayudan a reforzar cualidades
importantes como la perseverancia en el esfuerzo, aumentan también la tolerancia frente al
fracaso, fomentan valores propios del deporte como la sana competitividad, el respeto a unas
normas, la adaptación a una disciplina... Además, el componente social es fundamental: los
modos cooperativos y competitivos de los videojuegos, la opción de jugar online, hacen que
los usuarios desarrollen habilidades sociales fundamentales a ciertas edades. Por otro lado,
los videojuegos sirven de herramienta para la alfabetización digital, estimula la memoria y
la capacidad para retener conceptos numéricos (L. Pérez, 2016).
Pero, los videojuegos no están sólo reservados
a los jóvenes y a su desarrollo, también ayuda
a mantener la capacidad cognitiva de las
personas mayores. Según un estudio reciente
del Grupo de Estudios de Envejecimiento y
Enfermedades Neurodegenerativas de la
UNED publicado en Frontiers in Human
Neuroscience en mayo de 2016, el cerebro de
las personas mayores conserva cierta
plasticidad, lo que demuestra la eficacia de la intervención con videojuegos para mejorar el
rendimiento en distintas funciones cognitivas que tienden a deteriorarse con la edad.
Con el paso de los años, el envejecimiento va haciendo mella y va deteriorando las funciones
cognitivas del ser humano, como la memoria de trabajo y la memoria episódica. Esta
primera, la memoria de trabajo, afecta al almacenamiento y a la manipulación mental de la
información, mientras que la memoria episódica se vincula al recuerdo de las experiencias
personales. Los investigadores de la UNED, han observado una mejora en las dos funciones
cognitivas después de haber sido entrenados con videojuegos diseñados para estimular
dichas áreas. Así, pues, sugieren que, en edades avanzadas, el cerebro humano guarda aún
un cierto grado de plasticidad.
En el estudio participaron 40 ancianos de un Centro de Mayores de Madrid. Los
investigadores pretendían ver si existía una repercusión positiva de la memoria episódica y
de la memoria de trabajo visoespacial, que afecta a la percepción y codificación de la
información recibida de manera visual y espacial, en el entrenamiento con videojuegos.
También, resultaba de igual de importancia conocer si dichas mejoras se mantenían durante
un periodo de tiempo significativo.
Página 14

