principio no se quería ir, así que le di como recuerdo una pequeña foto que habíamos
sacado juntos.
Desde ese día en el parque Centenario se puede ver, entre todas las cotorras, a uno
diferente a los demás, de color turquesa y muy amigable. Ese es mi buen amigo Arpegio.
Fin.
Pluma de fuego