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                –Anda, acuéstate. Y si te llama alguien, dices: «Habla, Señor, que  El don de sí mismo
                tu siervo escucha».
                Samuel fue y se acostó en su sitio. El Señor se presentó y lo llamó  Ahora, hermanos, por la misericordia de Dios, los exhorto a ofrecerse
                como antes:                                              como sacrificio vivo, santo, aceptable a Dios: sea ése su culto es-
                –¡Samuel, Samuel!                                        piritual. No se ajusten a este mundo, antes transfórmense con una
                Samuel respondió:                                        mentalidad nueva, para discernir la voluntad de Dios, lo que es bueno,
                –Habla, que tu siervo escucha.                           lo que agrada, lo perfecto. Apelando al don que me han hecho, me
                Samuel crecía, y el Señor estaba con él; ninguna de sus palabras  dirijo a cada uno de su comunidad: no tengan pretensiones desme-
                dejó de cumplirse.                                       didas, antes tiendan a la mesura, cada uno según el grado de fe que
                                                                         Dios le haya asignado.
                                                       1 Sm 3, 3-10.19
                                                                         Es como en un cuerpo: tenemos muchos miembros, no todos con
                Al día siguiente estaba Juan con dos de sus discípulos. Viendo pasar  la misma función; así, aunque somos muchos, formamos con Cristo
                a Jesús, dice:                                           un solo cuerpo, y respecto a los demás somos miembros. Usemos
                –Ahí está el cordero de Dios.                            los dones diversos que poseemos según la gracia que nos han con-
                Se lo oyeron decir los discípulos y siguieron a Jesús.   cedido: por ejemplo, la profecía regulada por la fe, el servicio, para
                Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dice:      administrar; la enseñanza, para enseñar; el que exhorta, exhortando;
                –¿Qué buscan?                                            el que reparte, con generosidad; el que preside, con diligencia; el
                Respondieron:                                            que alivia, de buen humor.
                –Rabí (que significa ‘maestro’), ¿dónde resides?
                Les dice:                                                                                          Rom 12, 1-8
                –Vengan y vean.                                          La Creación
                Fueron, pues, vieron dónde residía y se quedaron con él aquel día.  Al principio creó Dios el cielo y la tierra.
                Eran las cuatro de la tarde. Uno de los dos que habían oído a Juan  La tierra era un caos informe; sobre la faz del abismo, la tiniebla. Y
                y habían seguido a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro.  el aliento de Dios se cernía sobre la faz de las aguas. Dijo Dios:
                Encuentra primero a su hermano Simón y le dice:          –Que exista la luz.
                –Hemos encontrado al Mesías (que se traduce Ungido).     Y la luz existió.
                Y lo condujo a Jesús. Jesús lo miró y dijo:              Vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de la tiniebla: llamó
                –Tú eres Simón, hijo de Juan; te llamarás Cefas (que significa  Dios a la luz «día», y a la tiniebla «noche».
                ‘piedra’).
                                                                         Pasó una tarde, pasó una mañana: el día primero.
                                                          Jn 1, 35-42    Y dijo Dios:
                                                                         –Que exista una bóveda entre las aguas, que separe aguas de aguas.
                                              z Unidad 3, pág. 51, act. 18  E hizo Dios la bóveda para separar las aguas de debajo de la bóveda,
                                                                         de las aguas de encima de la bóveda. Y así fue.
                Judith y Holofernes                                      Y llamó Dios a la bóveda «cielo».
                                                                         Pasó una tarde, pasó una mañana: el día segundo.
                Luego ordenó que la llevaran a donde tenía su vajilla de plata, y  Y dijo Dios:
                mandó que le sirvieran de su misma comida y de su mismo vino.  –Que se junten las aguas de debajo del cielo en un solo sitio, y que
                Pero Judit dijo:                                         aparezcan los continentes.
                –No los probaré, para no caer en pecado. Yo me he traído mis pro-
                visiones.                                                Y así fue.
                Holofernes le preguntó:                                  Y llamó Dios a los continentes «tierra», y a la masa de las aguas la
                –Y si se te acaba lo que tienes, ¿de dónde sacamos una comida  llamó «mar».
                igual? Entre nosotros no hay nadie de tu raza.           Y vio Dios que era bueno.
                Judit le respondió:                                      Y dijo Dios:
                –¡Por tu vida, alteza! No acabaré lo que he traído antes de que el  –Verde la tierra hierba verde que engendre semilla y árboles frutales
                Señor haya realizado su plan por mi medio.               que den fruto según su especie y que lleven semilla sobre la tierra.
                Los oficiales de Holofernes la llevaron a su tienda. Judit durmió hasta  Y así fue.
                la medianoche, se levantó antes del relevo del amanecer y mandó                                     Gn 1, 1-11
                este recado a Holofernes:                                ¡Aleluya! Canten al Señor un cántico nuevo,
                –Señor, ordena que me permitan salir a orar.             resuene su alabanza en la asamblea de los leales;
                Holofernes ordenó a los guardias de su escolta que la dejaran salir.  festeje Israel a su Creador,
                Así pasó Judit tres días en el campamento. Cada noche salía hacia  los Hijos de Sión a su Rey.
                el barranco de Betulia y se bañaba en el campamento, en el manantial.  Alaben su nombre con danzas,
                Después de lavarse suplicaba al Señor, Dios de Israel, que dirigiera  tañendo para él panderos y cítaras;
                su plan para exaltación  de su pueblo. Luego, purificada, volvía a su  porque el Señor ama a su pueblo
                tienda y allí se quedaba hasta que, a eso del atardecer, le llevaban  y corona con su victoria a los oprimidos.
                la comida.                                               Que los leales celebren su gloria
                                                           Jdt 12, 1-9   y canten jubilosos desde sus lechos:
                El óbolo de la viuda                                     en las gargantas vítores a Dios,
                                                                         en las manos espadas de dos filos,
                Alzando la vista observó a unos ricos que echaban sus donativos  para tomar venganza de los pueblos
                en el arca del templo. Observó también una viuda pobre que echaba  y ejecutar el castigo de los paganos,
                dos cuartos; dijo:                                       sujetando a reyes con argollas
                –Les aseguro que esa pobre viuda ha echado más que todos. Porque  y a nobles con esposas de hierro.
                todos ésos han echado donativos de lo que les sobraba; ésta, aunque  Ejecutar la sentencia dictada
                necesitada, ha echado cuanto tenía para vivir.           es un honor para todos sus leales. ¡Aleluya!
                                                           Lc 21, 1-4                                                  Sal 149




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