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altura de las cámaras de descarga, ubicadas encima de la «Cámara del Rey» que para alcanzar la cima o cúspide de la
pirámide; lo cual, según la inscripción, conseguirían en 7 años.
Todos estos datos están revelando información muy sólida a favor de la autoría de la construcción de la G.P. en la
época de Jchufu y de la versión tradicional existente desde los tiempos de Herodoto. Como ya sabéis, según las fuentes
clásicas, Kheops sólo tardaría unos 20 años en construir la G.P. Aunque resulte difícil de creer que los antiguos egipcios
en los tiempos de Jchufu sólo necesitaran 20 años para construir la G.P., lo cierto es que las inscripciones halladas en las
cámaras de descarga no sólo estarían confirmando la autoría de la obra por parte de Kheops (como señalan las fuentes
desde la antigüedad) sino que además el año fijado confirma -en base una lógica de cálculo- el tiempo estimado de 20
años, según las mismas fuentes clásicas. Mientras nadie pueda explicar, de manera convincente y científica, como alguien
pudo falsificar estas inscripciones (que no sólo son gramaticalmente correctas sino que además se hallan por debajo de la
línea de los pesados bloques de granito) estas inscripciones o grafitos de las cámaras de descarga ofrece un fuerte
espaldarazo a las afirmaciones de Herodoto, y demás autores de la antigüedad.

Ahora más que nunca, los defensores del origen xenogenético extraegipcio de la G.P. tendrán que enfrentarse a un
enorme reto: Demostrar científicamente que las inscripciones o grafitos de las cámaras de descarga son una falsificación.
Sinceramente, como experto en escritura jeroglífica, es algo que considero prácticamente imposible. En primer lugar sólo
otro experto en jeroglíficos tendría conocimientos suficientes para intentar rebatir la autenticidad de las inscripciones,
desde el punto de vista gramatical. Sólo un experto en epigrafía tendría conocimientos suficientes para intentar refutar la
antigüedad de los grafitos según el grado de erosión, despigmentación y difusión que presentan la mayoría. Sólo un
experto en arquitectura podría explicar cómo pudieron Vyse y compañía o quien quiera que fuera mover los pesados
bloques de granitos, inscribir los grafitos y después volver a colocar los bloques de manera tal que se pueda apreciar por
las estrechas hendiduras que los jeroglíficos continúan por debajo. Como podréis ver, es un reto muy difícil.
Sinceramente, estoy convencido de la autenticidad de dichos grafitos, no sólo por todo lo anterior y todo lo comentado
en mi artículo en http://www.Egiptopolis.com/ sino además por algo realmente increíble que de momento y según mis
averiguaciones se les ha escapado a todos los colegas expertos en escritura jeroglífica. Esto que se les ha escapado es la
clave del Gran Secreto de Kheops. La clave que hará que todo esto tome sentido. Confieso que el descubrimiento que
acabo de hacer no sólo es una prueba contundente sobre la autenticidad de las inscripciones sino una prueba demoledora
de que Kheops contaba con un misterioso «PODER» que sería lo que le permitiría conseguir tamaña hazaña de construir
una pirámide como la G.P. en tan sólo 20 años, poco más o poco menos.

Pronto estará listo el artículo. Eso sí me gustaría antes ver la posibilidad de publicarlo en exclusiva en una revista de
Gran Tirada. Su importancia es enorme y va a dar mucho que hablar, no sólo por las conclusiones a las que se podrían
llegar sino porque a muchos les dará la razón - en una gran medida- sobre algo que han venido defendiendo desde hace
mucho tiempo en relación con las tecnologías desconocidas de los egipcios del Antiguo Imperio, a otros les dejará en el
más absoluto de los ridículos por no haberse percatado jamás de ello -a pesar de presumir de especialista en escritura
jeroglífica-, mientras que aquél que confiese que sí se había percatado quedará como un mezquino y un miserable
manipulador y falsificador de la verdad, por no haberlo hecho público. Saludos Cordiales de Georgeos.

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Hola Georgeos:
Como muchas veces, ha puesto Usted en interesante actividad nuestras neuronas. Porque conociendo sus anteriores
trabajos y al margen que se comparta o no sus deducciones, su exposición no puede ser una teoría «traída de los pelos»,
y creo que todo buscador de la verdad debe tenerla muy en consideración. Por mi parte, he sido hasta ahora proclive a la
hipótesis de que los egipcios no fueron los constructores de las pirámides de Gizéh, y sería un alivio mental extraordinario
descubrir que realmente lo fueron y cómo las hicieron. He defendido esta hipótesis extraegipcia por ser, de acuerdo a los
datos existentes, la más lógica. No obstante, lo que importa es que vayamos avanzando en los descubrimientos, y si
realmente Kheops construyó la G.P. significaría que estamos «más cerca» de hallazgos trascendentales, útiles hoy en día.
Pero también significaría que la civilización egipcia era en muchísimas cosas, algo muy diferente a lo que nos pinta la
ortodoxia.

Veamos algunas cuestiones que sería interesante dilucidar: A) ¿Es posible que Kheops (y otros faraones) tomaran sus
nombres de los constructores y mentores anteriores de la civilización egipcia? Digo, del mismo modo que hoy, con milenios
de diferencia, se toman nombres como José, María, Jesús, Suetonio, César, Minerva, etc... ¿Tenían los egipcios un
nombre único y exclusivo que nadie más usaría en la historia? ¿Podemos sacar tan tajantes conclusiones con tan mínimos
datos? Permítame un simple ejemplo imaginario, que aunque «traído de las pestañas», un poco humorístico y hasta quizá
sin algún valor científico, sirve para graficar mi idea:

Si en el futuro (dentro de algunos milenios), un arqueólogo encuentra una imagen de Jesús crucificado, junto a una
camiseta del Atlético de Madrid y algún periódico aún conservado y ya perdido en ese tiempo el idioma castellano... Podría
decir que: «Jesús ¿Gil? fue crucificado pero no se sabe con exactitud la fecha. De acuerdo a las ruinas halladas, los Iberos
practicaban un ritual llamado fútbol, del que el crucificado era Sumo Sacerdote... Aunque no se sabe si fue el mismo Jesús
quien mandó a construir la llamada por algunos «Catedral de San Martín de Londoñedo», puesto que hay una imagen del