Page 226 - Dune
P. 226

Una legión en Arsunt.
               Dos grupos de combate en Roca Astillada.
               Después,  los  informes  se  hicieron  más  detallados:  había  Sardaukar  Imperiales

           entre los atacantes… probablemente dos legiones. Y quedó claro que los invasores
           sabían  con  precisión  los  puntos  que  debían  atacar.  ¡Con  precisión!  Un  magnífico
           servicio de espionaje.

               La  furia  de  Hawat  creció  hasta  casi  amenazar  sus  capacidades  de  Mentat.  La
           magnitud del ataque había golpeado su mente con una violencia casi física.
               Ahora, oculto bajo una roca en alguna parte del desierto, inclinó la cabeza y se

           envolvió en su destrozada túnica para aislarse de las frías sombras.
               La magnitud del ataque.
               Siempre había esperado que sus enemigos fletarían un transporte de la Cofradía

           para realizar algunas incursiones de tanteo. Era un proceso muy usual en cualquier
           guerra entre dos Casas.

               Los transportes llegaban y partían regularmente de Arrakis para cargar la especia
           de  la  Casa  de  los  Atreides.  Hawat  había  tomado  sus  precauciones  contra  las
           incursiones sorpresa de los falsos transportes de especia. E incluso para un ataque
           masivo, nunca había esperado más de diez brigadas.

               Pero según los últimos cálculos había más de dos mil naves sobre Arrakis… no
           tan  sólo  transportes,  sino  también  fragatas,  exploradoras,  monitoras,  cruceros,

           acorazados, transportes de tropas, cargos…
               Más de cien brigadas… ¡diez legiones!
               Todos  los  beneficios  de  la  especia  de  Arrakis  durante  cincuenta  años  apenas
           bastarían para cubrir los gastos de tal aventura.

               Apenas bastarían.
               He subestimado lo que el Barón estaba dispuesto a gastar para atacarnos, pensó

           Hawat. He fallado a mi Duque.
               Y además había la traición.
               ¡Viviré para verla estrangulada!, se dijo. Tenia que haber matado a esa bruja
           Bene  Gesserit  cuando  tuve  la  oportunidad.  No  había  duda  en  su  mente  acerca  de

           dónde había partido la traición… Dama Jessica. Concordaba con todos los datos en
           su poder.

               —Tu hombre Gurney Halleck y parte de sus fuerzas están a salvo entre nuestros
           amigos contrabandistas —dijo el Fremen.
               —Bien.

               Así Gurney podrá escapar de este planeta infernal. No habremos caído todos.
               Hawat miró hacia lo que quedaba de sus hombres. Eran trescientos al empezar la
           noche, de entre los mejores. Ahora quedaban apenas una veintena, la mitad de ellos

           heridos. Algunos dormían, de pie, apoyados contra la roca o echados en la arena al




                                        www.lectulandia.com - Página 226
   221   222   223   224   225   226   227   228   229   230   231