Page 270 - Dune
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—He perdido la mochila —dijo él—. Está sepultada bajo cien toneladas de
arena… como mínimo.
—¿Todo?
—El agua de reserva, la destiltienda… todo lo que importaba —tocó uno de sus
bolsillos—. Tengo aún el paracompás —palpó la bolsa colgada a su cintura—.
También el cuchillo y los binoculares. Al menos, podremos echar una buena mirada
al lugar donde vamos a morir.
En aquel instante el sol apareció sobre el horizonte, en algún lugar a su izquierda,
más allá de la fisura. Los colores refulgieron en la arena por encima del desierto
abierto. Un coro de pájaros entonó sus cantos en los múltiples nidos entre las rocas.
Pero Jessica sólo tenía ojos para la desesperación que se reflejaba en el rostro de
Paul. Había un tono despectivo en su voz cuando dijo:
—¿Esto es lo que te ha sido enseñado?
—¿Pero no comprendes? —preguntó él—. Todo lo que necesitábamos para
sobrevivir en este lugar está debajo de esta arena.
—Me has encontrado a mi —dijo ella, y su voz era ahora dulce y razonable.
Paul se acuclilló, apoyándose sobre sus talones.
Tras un momento, miró hacia arriba de la fisura, estudiando la nueva pendiente
que se había formado, notando la blandura de la arena.
—Si tan sólo pudiéramos inmovilizar una pequeña zona de esta pendiente y
perforar un pozo en la arena, quizá pudiéramos llegar hasta la mochila. Pero
necesitamos agua para esto, y no tenemos suficiente para… —se interrumpió de
golpe—. Espuma —dijo.
Jessica permaneció inmóvil, temiendo interrumpir el hiperfuncionamiento de su
mente.
Paul miró hacia las dunas, buscando con su olfato y también con sus ojos,
encontrando la dirección y concentrando su atención en una zona de arena más oscura
bajo ellos.
—Especia —dijo—. Su esencia es altamente alcalina. Y tengo aún el paracompás.
Su pila de energía contiene ácido.
Jessica se apoyó contra la roca.
Paul la ignoró, saltó sobre sus pies y avanzó a través de la superficie endurecida
por el viento que penetraba por el fondo de la hendidura en dirección al desierto.
Jessica observó su modo de avanzar, extraño e irregular: un paso… pausa; dos
pasos… deslizamiento… pausa…
No había el menor ritmo que pudiera revelar a cualquier gusano al acecho que
algo extraño al desierto se movía sobre él.
Paul alcanzó el yacimiento de especia, recogió un montón de ella y la guardó en
un pliegue de su ropa, regresando hacia la fisura. Depositó la especia sobre la arena,
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