Page 30 - REVISTA INALIENABLE 1 EDICIÓN
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pero ese mundo de lo privado se conecta con este mundo de lo público que

                  hemos descrito para ir armando ese triángulo del que nosotros decimos que para
                  bailar  se  necesitan  tres.  ¿Bailamos  en  los  espacios  privados  para  celebrar

                  momentos o fechas especiales propias o de aquellos a quienes amamos, pero
                  también  bailamos  con  nosotros  mismos,  a  veces  frente  a  un  espejo  para

                  reconocernos o no en la imagen que éste nos devuelve o sin atrevernos a saber
                  cómo nos vemos? cuánta gracia tenemos o nos falta? e incluso que pensarían

                  otros  si  nos  vieran?  Nuestras  danzas  pueden  ser  inesperadas,  pueden  ser

                  planificadas,  pueden  ser  suaves  y  gráciles,  pueden  ser  también  fuertes  y
                  tempestuosas, tímidas o arriesgadas, bailamos con quien nos gusta y con quien

                  no, bailamos a gusto o a disgusto, felices o enojados, en una danza que siempre
                  está en construcción y que al final, quien no baila, no va pa´l baile.


                     El  tercero  de  esa  danza,  esa
                  danza  de  tres,  ¿quién  será?  Ese

                  tercero de la danza es cada uno de
                  nosotros,  insertos  en  nuestros

                  espacios  públicos  y  privados,

                  estamos nosotros, está la persona,
                  el  ser  humano  en  ciudadanía  y

                  dignidad, ese sujeto que hoy más
                  que nunca requiere pensar por sí mismo, la circunstancia en la que le ha tocado

                  vivir en nuestro país, un ser que se tiene que responsabilizar por sus actos y por
                  las consecuencias que estos traen, que rechaza la obediencia y que aprende

                  todos los días que hacer con estos miedos legítimos que nos acosan y que a

                  veces  no  nos  dejan  dormir  o  nos  impiden  levantarnos.  En  esa  dimensión
                  individual están los necesarios espacios de introspección que el confinamiento

                  ha  estimulado  y  que  son  tan  importantes  para  ayudarnos  a  reubicarnos  en
                  espacio y tiempo, pero ese no es un lugar cómodo, ¿el bien significa lo mismo

                  para todos? la felicidad, el progreso, ¿tienen el mismo sentido para todos? es

                  verdad que todos anhelamos lo mismo? El esfuerzo pendiente está en construir
                  consensos mínimos que permitan a esta sociedad y a nosotros las personas

                  avanzar. Entre estos tres mundos, lo público, lo privado y lo personal, existen
                  lazos  comunicantes  muy  estrechos  porque  las  formas  que  lo  expresan  son


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