Page 13 - La Pluma, y el Papel Femenino
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a algo. Recuerdo a un adolescente de octavo básico que me dijo que por qué tenía que
decir que NO a la marihuana si nunca le habían dicho que NO a nada y, si le decían que NO
él hacía que ese NO se transformara en SÍ. Ésta es la realidad en que viven nuestros hijos:
PARA QUE UN NIÑO PUEDA DECIR NO A ALGO DEBE HABER ESCUCHADO MUCHOS
NO EN SU INFANCIA. Sólo así habrá aprendido que hay cosas que se hacen y otras que
no, hay cosas que son buenas y otras no, pero estas pautas las tienen que obtener de los
adultos cercanos y significativos. A partir de la realidad que he vivido, con la que he
trabajado y en la que he compartido con los adolescentes, surge la pregunta sobre qué y
cómo hacer para darle el "temple" que hoy le falta a esta generación. A modo de respuesta,
propongo esto que he llamado
LOS TRES PILARES DE LA EDUCACIÓN: • responsabilidad • educación de la libertad •
educación de la fuerza de voluntad
La educación de la responsabilidad consiste en la entrega de deberes de vida, y no sólo
académicos, que les permitan de a poco sentirse aptos para enfrentar la vida. Luego viene
la libertad, ya que nadie puede ser libre si no es responsable primero; es fundamental
entregar un concepto de libertad adecuado ya que estos jóvenes —y, por qué no decirlo, la
mayoría de los adultos también— tienen un concepto de libertad basado en "hacer lo que yo
quiero" y la libertad no es eso, es "hacer lo que tiene sentido para mi proyecto de vida".
Para poder ejercer esta libertad necesito del tercer pilar que es la educación en la fuerza de
voluntad. Para poder formar estos tres pilares se necesitan ciertas condiciones que les den
consistencia y fuerza, como lo será el ser consistente dentro de las pautas de educación
frente a los niños. Esto implica no desautorizarse entre los adultos significativos de los
niños, mantener los castigos hasta el final y no cambiar los puntos de vista. La educación de
la fuerza de voluntad se logra no facilitandoles todo sino "haciéndoles más difícil" la vida;
que los premios sean eso; premios que se dan frente al buen comportamiento y el
conocimiento de que en la vida las cosas cuesta ganárselas. Lo visto hasta aquí sobre los
jóvenes y los adolescentes actuales, nos coloca recién en la posición de poder analizar qué
pasa con lo masculino y lo femenino en este grupo de edad. Al comenzar con este libro les
previne sobre la forma en que las generaciones adultas —en especial las mujeres— les
estábamos diciendo a las generaciones jóvenes que ser mujer "era un cacho" y, por lo
tanto, les empezamos a transmitir, aunque sea inconscientemente, qué TENÍAN QUE SER
LO MÁS HOMBRES POSIBLE, y eso es lo que están haciendo. La realidad es que en su
mayoría nuestras mujeres jóvenes y adolescentes, se han MASCULINIZADO. Hoy en día es
cada vez más frecuente oír a los hombres en la consulta manifestar sus deseos de tener un
hijo y ver a niños llorando en el patio de los colegios y a las niñitas burlándose de ellos. La
agresividad de las mujeres ha aumentado notablemente y digamos que, de acuerdo a
nuestro planteamiento inicial, se han hecho expertas en "soltar", y son los hombres jóvenes
los que están "reteniendo". Esto no tendría nada de malo si la situación fuera flexible, pero
lo que ha ido ocurriendo es que estas mujeres no tienen en su repertorio conductual
elementos femeninos, se sienten seguras siendo agresivas, valorando lo práctico y no los
elementos emocionales, reafirmando su individualismo y cayendo en un egoísmo, y en lo
que muchas de ellas denominaron como un "vacío" gigante. Tienen todo lo que los hombres
tienen y, sin embargo, no se sienten, en su fuero más interno, felices con lo que son. Las
adolescentes están tomando más que los hombres, fuman más que ellos, garabatean a la
par y tienen conductas de agresividad que son comparables a las de las pandillas
masculinas. Si yo hubiera visto o la experiencia me hubiera demostrado que el ser como
son las niñas de hoy en día las hace más felices y las tiene con el alma en paz, de verdad
hubiera tomado todo lo que observé como parte de la "evolución de los tiempos"; pero vi a