Page 235 - Libros de Caballerías 1879
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                       EL TORNEO

      lo que del campo habían perdido. Mas Palmerín vio
      aquellos caballeros y  el estrago que hacían en  los
      suyos, temiendo que  la vitoria de aquel día fuese
      al revés, porque los noveles estaban casi destroza-
      dos  del trabajo que habían pasado, y los otros co-
      braron esfuerzo con  la nueva ayuda; por donde,
      como se  le acordase que todo pendía del,  salió  al
      encuentro de un caballero de los otros,  el más es-
      forzado, que por  ser mejor conocido  traía  el  es-
      cudo en canpo blanco un salvaje con dos leones por
      una  trailla, el  cual, pasando por fuerzas de armas
      todo  el ímpetu de  los noveles, y conociéndole por
      las grandes cosas que aquel día le viera hacer,  se
      vino a  él,  el cual lo recibió con el mismo deseo,  y
      comenzaron una brava batalla, tal que bien pareció
      que  allí se juntaba toda  la valentía del mundo; en
      la cual anduvieron tanto, hasta que las armas que-
      daron  tan deshechas y  los  caballos tan cansados
      que no se podían menear, y apeándose de los caba-
      llos  se pusieron a  pie, que fué causa de doblarse
      más  la furia de su batalla, trabándose a brazos al-
      gunas veces, confiándose cada uno en sus fuerzas;
      y con todo  lo que probaban nunca pudieron cono-
      cerse ventaja. Entre  tanto  Platir y Florencios  lo-
      graban echar de nuevo a  los caballeros forasteros
      fuera del campo. El emperador, que  la batalla de
      Palmerín y del caballero  del  Salvaje  veía,  estaba
      tan ocupado en  el espanto que  le ponía que no
      miraba por otra cosa, tiniéndola por  la mayor que
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