Page 239 - Libros de Caballerías 1879
P. 239

:


         EL CABALLERO DE LA FORTUNA

      tan cerca están de perder las vidas; pídoos que lue-
      go los vais apartar, que por mí no lo quisieron ha-
      cer, y si no,  si  ellos mueren, yo he por muerta la
      esperanza que tuve hasta aquí de algún bien.
        Flérida, que hasta entonces nunca había salido de
      su aposento ni ninguno la viera, tuvo por muy gra-
      ve lo que  el rey  le pedía, mas quiso hacer su vo-
      luntad, y  así  salió por  la  plaza llevándola  el rey
      por la mano, acompañada de cuatro dueñas vestidas
      de negro y ella con un hábito de la misma color de
      paño grueso conforme a su cuidado, en su cabeza
      una beatilla de lino que le cubría los ojos, mas tan
      hermosa como en  el tiempo de su  alegría. En  la
      plaza de palacio hubo muy gran alboroto viéndola
      venir, y  el espanto y rebullicio de la gente tamaño,
      que  los  caballeros  se tornaron apartar por ver  lo
      que era; Flérida llegó a  ellos, y tomando  al de la
      Fortuna por la manga de la loriga, le dijo
       —Pídoos por merced, caballero,  si en algún tiem-
     po por alguna dueña tan mal tratada de la fortuna
     habéis de hacer alguna cosa, que sea dejar esta ba-
     talla, pues en ella no se gana sino  el riesgo en que
     vuestra vida y de esotro caballero está.
       El de  la Fortuna puso  los ojos en  ella,  y  pare-
     cióle tanto a su señora Polinarda, que no supo
                                                  si
     pensase que era ella,
                         y puniendo las rodillas en tie-
     rra, le dijo:
       —Señora, esta fué la batalla que más deseé aca-
     bar en mi vida, y agora la dejo si en ello recebís ser-
                           235
   234   235   236   237   238   239   240   241   242   243   244