Page 84 - Libros de Caballerías 1879
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AMADÍS DE GAULA
agora pasad, e dígovos que no iréis este tercero día
sin mí.
Galaor pasó adelante, y el caballero en pos del.
Por el camino toparon con otro caballero, que re-
sultó pariente del que venía siguiendo a don Galaor,
a quien dio aquél cuenta de lo que con don Galaor
le venía sucediendo, y acordaron irse los dos en su
seguimiento. A esta hora era ya cerca de la noche.
Galaor entró en una floresta, e con la noche perdió
el rastro, e no sabía a cuál parte ir. Estonces co-
menzó a pedir merced a Dios que lo guiase e anduvo
escuchando de un cabo y de otro por unos valles,
mas no oía nada. Descansó con unos arrieros parte
de la noche y al alba fuese derecho a un otero alto,
e desde allí comenzó de imrar la tierra a todas par-
tes. Estonces los dos cohermanos que lo seguían vie-
ron a Galaor, e conociéronlo en el escudo, e fueron
contra él; mas ellos, en moviendo, viéronlo decen-
der del otero cuanto su caballo lo podía llevar, y el
uno dijo:
—Ya nos vio e fuye; cierto, yo cuido que por
alguna mala ventura anda así fuyendo y encubrién-
dose; vayamos tras él.
Mas don Galaor, que muy lejos de su cuidar esta-
ba, viera ya pasar los caballeros un paso que a la sali-
da de la floresta había, e los cinco pasaban adelante,
e los otros cinco después, y en medio dellos iban
hombres desarmados, y él cuidó que aquellos eran
los que al Rey llevaban, e fué contra ellos tal como
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