Page 98 - Libros de Caballerías 1879
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                     AMADÍS DE GAULA


         un paso  dio adelante fué tan cargado de golpes,
         que no lo pudiendo sofrir, cayó en tierra, asi como
         don Florestán, con tanto desacuerdo, que no sabia
         si era muerto ni  si vivo; e luego fué lanzado fue-
         ra, asi como los otros.
           Amadis e Agrájes, que gran pieza habían anda-
         do por la huerta, tornáronse a las imagines, e vie-
         ron allí en el jaspe su nombre escripto, que decía:
         "Este es Amadis de Gaula, el leal enamorado,  fijo
         del rey Perlón de Gaula." E así estando leyendo las
         letras con gran  placer,  llegó  al marco  el  enano
         dando voces, e dijo:
           —Señor Amadis,   acorred, que vuestros herma-
         nos son muertos.
           E como esto oyó, salió de allí presto, e Agrajes
         tras  él,  y  preguntando al enano qué era lo que de-
         cía, dijo:
           —Señor, probáronse vuestros hermanos en la cá-
         mara  e no  la  acabaron,  y  quedaron  tales como
         muertos.
           Agrajes, como  era de gran  corazón,  al mayor
         paso que pudo se fué con su espada en  la mano
         contra la cámara, firiendo a una e a otra parte; mas
         no bastó su fuerza de sofrir los golpes que le die-
         ron, e cayó entre  el padrón de cobre y  el de már-
         mol, e atordido como  los otros,  lo llevaron  fuera.
           Amadis comenzó a maldecir   la venida que  allí
         ficieran, e dijóle a don Galaor, que ya cuasi en su
         acuerdo estaba:
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