Page 119 - Huasipungo - Jorge Icaza
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J   o   R   G   E           e   A   z   A
                  tas  paralíticos,  y,  ahora,  que  ya  no  hay  remedio,
                  acordándose  de  improviso,  dan  gritos  inútiles  que
                  se  clavan  en  el  vientre  de  las  aguas  lodosas  que
                  borran  orillas.
                    Va  la  creciente  escupiendo  a  los  lados  espuma
                  como  residuo  de  voraz  digestión.
                    -¡Ay!  Mi  guagua  sha.
                    -¡Ay!  Mi  taita  sha.
                    -¡Ay!  Mi  ashco  sha.
                    -Mi pondo.
                    Sigue·  el  aluvión  su  camino  ondulante  con  un
                  rosario  de  tragedias  que  va  enhebrando  entre  los
                  tumbos  retazos  de  vida  que  avivan  los  recuerdos·
                  de  la  muchedumbre  aterrada.  Todo  es  basura. Allá
                  viene  una  puerta  de  potrero  encat¡¡mada  en  la
                  cresta  de  una  ola  corcoveador.a  que  en  su  movi-
                  miento  de  vaivi:n  se  cierra  y  se  abre  dando  paso
                  al  ;:el~tiinentalismo  de  los  indios  espectadores.
                    Una  cabellera  pasa  trenzándose  con  la  corriente
                  tumultuos.a.  El  atrevimiento  de  unas  huascas  se
                  rizan  sobre  'el  torbellino  enredándose  en  algunas
                  matas  que  la  creciente  ha  sac.ado  de  cuajo.
                    -De quii:n  será  esa  guagua.
                        -Tal vez  del  Timoteo.
                        -U del  José.
                        -U del  Manuel.
                  120  -U de  la  zamba.









                      Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
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