Page 121 - Huasipungo - Jorge Icaza
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J   o   R   G   E           e   A   z   A
                 que  ha  llenado  las  quebradas  vecinas,  no  impor-
                 ta  la  distancia  si  llevan  la  certidumbre  de  encon-
                 trar  un  resto  de  lo  suyo.  Son  caballos  hambrien-
                 tos  que  han  olfateado  a  lo  lejos  alfalfa.
                   Allá,  donde  el  río  no  tiene  riberas  y  se  .arras-
                 tra  en  el  valle  como  una  sábana  lodosa,  encontra-
                 ron  los  cadáveres,  la  basura  que  flotaba  sobre  la
                 creciente  apaciguad.a.  Metiéronse  en  el  barro  has-
                 ta  la  cintura  extrayendo  a  los  ahogados  en  medio
                 ae  la  gritería  de  llanto.  En  los  rostros  de  los  re-
                 cogidos  se  había plasmado  la  tragedia  de  su  muer-
                ..  te,  los  ojos  abiertos  en  actitud  de  espanto  -tal
                  vez  fue  el  último  gesto  _de  terror  ante  lás  a-
                 guas-.  Después  de  quedar  absortos  unos  instan-
                 tes  cada  deudo  tuvo  lágrima~ para  llorar  hasta  la
                 noche.










                       E¡  grupo  de  indios  que  acompañaba  al  Ca-
                       bascango  es  el  único  que  no  se  ha  dejado
                 J22  arrastrar  camino  abajo.  Ninguno  se  ha  a-









                      Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"
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