Page 121 - 12 Kepler
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extrema. En el perihelio, en su ecuador, la velocidad debida a la
traslación es tan rápida que, de seguir así, su año sería más corto
que su día.
Como consecuencia, el Sol sale por el Este y va hacia el Oeste,
como aquí, pero al mediodía se detiene y se dirige al Este; se
vuelve a detener y ya se dirige hacia el Oeste definitivamente. Tén-
gase presente que su velocidad de rotación sí es constante.
Como el sincronismo es 3: 2, Mercurio no da siempre la mis-
ma cara al Sol, sino que un año está medio Mercurio iluminado y
al año siguiente el otro medio. La duración del día es tan larga y la
proximidad al Sol tan alta que la mitad del Mercurio expuesto al
Sol alcanza una temperatura muy elevada, mientras la otra mitad
es muy baja, pues como no hay atmósfera, no se equilibran ambas
temperaturas. Las dos partes de Mercurio se turnan en tan satá-
nico privilegio. En la figura de la página anterior puede verse un
esquema de los días y los años.
EL SOL
Según la segunda ley de Kepler, la velocidad de traslación de la
Tierra alrededor del Sol no es constante. Visto desde la Tierra,
creeríamos que la velocidad angular del Sol no es constante. Esto
hace que el Sol, el reloj más primitivo, el que menos nos cuesta
engrasar, disponible para todos, aun siendo un reloj excelente, no
es perfecto: su marcha no es constante.
Un reloj solar no puede coincidir con un reloj de péndulo o un
reloj atómico. Es el Sol el que falla. Para evitar esta contrariedad,
nos imaginamos un Sol medio inexistente que tarde en dar una
vuelta alrededor del Sol un año, exactamente lo mismo que el Sol
verdadero. El Sol verdadero se adelanta a veces y otras se atrasa
con respecto al Sol medio, pero ambos vuelven a coincidir al cabo
de un año. Así podemos hablar de un Tiempo Solar Medio (TSM)
y un Tiempo Solar Verdadero (TSV). La diferencia entre ambos se
llama ecuación del tiempo.
ET = TSM-TSV.
REPERCUSIÓN EN LA CIENCIA ACTUAL 121