Page 87 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
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Y se levantó de mañana y salió el que servía al varón de Dios, y he aquí el ejército
                    que tenía sitiada la ciudad, con gente de a caballo y carros. Entonces su criado le dijo:

                    ¡Ah, señor mío! ¿qué haremos?

                       Él le dijo: No tengas miedo, porque más son los que están con nosotros que los

                    que están con ellos.

                       Y  oró  Eliseo,  y  dijo:  Te  ruego,  oh  Jehová,  que  abras  sus  ojos  para  que  vea.
                    Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno

                    de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo ( 2 Reyes 6.15– 17 ).




                Por el poder de Dios el siervo vio a los ángeles. ¿Quién dice que lo mismo no le puede ocurrir a
            usted?

                Dios nunca promete eximirnos de nuestras luchas. Lo que sí promete, no obstante, es cambiar

            la manera en que las vemos. El apóstol Pablo dedica un párrafo para hacer una lista de las bolsas

            de basura: aflicciones, problemas, sufrimientos, hambre, desnudez, peligro y muerte violenta. Son
            los  verdaderos  botaderos  de  basura  de  dificultad  de  la  que  anhelamos  escapar.  Pablo,  sin

            embargo, indica su valor: «En todas estas cosas tenemos la victoria completa por medio de Dios»

            (véase Romanos 8.35– 37 ). Nosotros preferiríamos otra preposición. Optaríamos por « aparte de
            todas estas cosas», o « lejos de todas estas cosas», o incluso « sin todas estas cosas». Pero Pablo

            dice: « en» todas estas cosas. La solución no es evadir el problema, sino cambiar la manera en que
            vemos nuestros problemas.


                Dios puede corregir su visión.

                Él pregunta: «¿Quién le dio la vista a la persona?» y luego responde: «¿No soy yo Jehová?» (
            Éxodo 4.11 ). Dios le permitió a Balaam ver a un ángel y a Eliseo ver el ejército, y a Jacob ver una

            escalera, y a Saulo ver al Salvador. Más de uno ha hecho la petición del ciego: «Maestro, que

            recobre la vista» ( Marcos 10.51 ). Y más de uno se ha marchado con visión clara. ¿Quién dice que
            Dios no hará lo mismo para usted?




                                             Cantad a Jehová cántico nuevo;

                                              Cantad a Jehová, toda la tierra.

                                         Cantad a Jehová, bendecid su nombre;

                                          Anunciad de día en día su salvación.


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