Page 92 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
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De todas las bendiciones del cielo ¡una de las más grandes será suya! Usted será la obra
magna de Dios, su obra de arte. Los ángeles se quedarán boquiabiertos. La obra de Dios quedará
completa. Finalmente usted tendrá un corazón como el suyo.
Usted amará con amor perfecto.
Usted adorará con cara radiante.
Usted oirá cada palabra que Dios habla.
Su corazón será puro, sus palabras serán como joyas, sus pensamientos serán como tesoros.
Usted será tal como Jesús. Al fin usted tendrá un corazón como el suyo. Conciba el corazón de
Jesús y concebirá el suyo propio. Sin culpa. Sin temor. Entusiasta y gozoso. Adorando
incansablemente. Discerniendo sin equivocación. Así como el arroyo en la montaña es prístino e
interminable, así será su corazón. Usted será como Él .
Como si eso no fuera suficiente, todo el mundo también será como Él. «El cielo es el lugar
perfecto para personas que han sido hechas perfectas» . El cielo está poblado por aquellos que le
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permiten a Dios cambiarlos. Cesarán las discusiones, porque no habrá celos. Las sospechas no
aflorarán a la superficie, porque no habrá secretos. Todo pecado habrá desaparecido. Toda
inseguridad quedará en el olvido. Todo temor en el pasado. Trigo puro. Nada de hierbas malas. Oro
puro. Nada de aleación. Amor puro. Nada de lujuria. Esperanza pura. Nada de temor. No en balde
los ángeles se regocijan cuando un pecador se arrepiente; saben que otra obra de arte pronto
adornará la galería de Dios. Saben lo que guarda el cielo.
Hay todavía otra razón para la celebración. Parte del entusiasmo resulta de nuestra llegada. La
otra parte viene de nuestra liberación. Jesús se regocija de que nos dirijamos al cielo, pero
igualmente se alegra porque somos salvos del infierno.
DE QUÉ SOMOS SALVADOS
Una frase resume el horror del infierno: «Dios no está allí».
Piense por un momento en esta pregunta: ¿Qué si Dios no estuviera en la tierra? Piensa usted
que la gente puede ser cruel ahora; imaginémonos lo que serían sin la presencia de Dios. Piensa
que somos brutales unos con otros, imagínese al mundo sin el Espíritu Santo. Piensa que hay
2 Ibid
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