Page 90 - Lucado. Max - Como Jesús_Neat
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perdida. La mujer hizo fiesta porque halló su moneda perdida. El padre hizo una fiesta en honor al
hijo perdido que había hallado.
Tres parábolas, cada una con una fiesta. Tres historias, y en cada una aparece la misma
palabra: gozo . Respecto al pastor que halló a su oveja, Jesús dice: «Y cuando la encuentra, la
pone sobre sus hombros gozoso » y se va a su casa (vv. 5– 6 , cursivas añadidas). Cuando la
mujer encontró su moneda perdida, anunció: « Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma
que había perdido» (v. 9 , cursivas añadidas). Cuando el padre del hijo pródigo le explica al
hermano mayor renuente, le dice: «Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos , porque este tu
hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado» (v. 32 , cursivas añadidas).
El punto está claro. Jesús se alegra mucho cuando se halla lo que estaba perdido. Para Él
ningún momento se compara al momento de la salvación. Para mi hija la alegría empezó cuando
me vestí y nos acomodamos en el automóvil y salimos a la calle para dirigirnos a la fiesta. Lo
mismo ocurre en el cielo. Basta que un hijo consienta en vestirse de justicia, empiece el viaje de
regreso y el cielo prepara el refresco, cuelga las serpentinas y lanza el confeti. «Hay gozo delante
de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente» (v. 10 ).
Hace un siglo este versículo hizo que Carlos Spurgeon escribiera:
Hay días de Navidad en el cielo en los cuales se observa el más elevado culto a
Cristo, y no se glorifica a Cristo porque haya nacido en un pesebre sino porque nace
en un corazón quebrantado. Son días cuando el pastor trae a casa sobre sus
hombros la oveja perdida, cuando la iglesia ha barrido su casa y hallado la moneda
perdida, porque entonces se reúne a los amigos y vecinos, y se regocijan con alegría
indecible y plena de gloria por un pecador que se arrepiente.
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¿Cómo explicamos tal gozo? ¿Por qué tanta alharaca? Usted tiene que admitir que el
entusiasmo despierta curiosidad. No estamos hablando de la gente de una nación o de los
pobladores de una ciudad; estamos hablando de gozo «cuando un pecador cambia su corazón y su
vida». ¿Cómo puede una sola persona crear tanto entusiasmo?
¿Quién imaginaría que nuestras acciones tienen tal impacto en los cielos? Podemos vivir y dejar
ninguna otra cosa que un obituario. Nuestras más grandes acciones en la tierra pasarán en su
1 Charles Spurgeon, sermón titulado «La simpatía de dos mundos» citado en John MacArthur, The Glory of
Heaven [La gloria del cielo], Crossway Books, Wheaton, IL, 1996, p. 246.
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