Page 118 - Como mariposas a la luz
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Los mejores equipos que he conocido eran aquellos que decían “yo te cubro las
espaldas”, y en esto yo soy mejor, déjamelo a mí; en una solidaridad que llevaba a
reconocer fortalezas y debilidades como dos impostores que sólo estaban al servicio
del propio equipo. Cuando reconozco una fortaleza mayor en un compañero,
engrandezco al equipo. Cuando doy un paso al frente o atrás sabiendo que la casilla
está cubierta, engrandezco al equipo. Pero cuando me siento pequeño o grande y lo
quiero hacer todo, o espero lo contrario, empequeñezco al equipo.
En un equipo, sus componentes pueden saber de todo pero sólo crece cuando todos
hacen lo que realmente saben hacer muy bien.
¡No importa que sea Peón o Rey, sólo importa cuando y cuanto sumas!
“Al acabar la partida, Rey y Peón siempre acaban en la misma caja”