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Por otra parte, en la medida que los conceptos de gestión y de sistemas de información fueron avanzan-
do en el sector salud, las instituciones prestadoras de servicios sanitarios entendieron que el conocimien-
to de las instituciones reside en la HC y que el corazón de su sistema de información es la HC

El avance de la informática en todas las actividades humanas, encontró un fuerte escollo en la salud, en
los 90 las instituciones de la salud, empezaban a incorporar sistemas informáticos en los sectores admi-
nistrativo-contables, pero ni siquiera consideraban la posibilidad de informatizar la capa clínica. Parado-
jalmente, fueron invadidas por todo tipo de equipamiento electrónico para monitorización, diagnostico
y tratamiento de variada complejidad.

Con la llegada del siglo XXI, las instituciones de salud en todo el mundo entraron de lleno en la era infor-
mática, la HC electrónica (HCE), la imagenología digital, la telemedicina, la salud móvil, la virtualización
de procedimientos, el e-learning, se transformaron en temas obligados no solo a nivel académico sino en
la realidad cotidiana asistencial de los prestadores.
La HCE pasó de ser un elemento del futuro, una posibilidad un tanto remota, rodeada de una cantidad
de inconvenientes, riesgos y dudas, a ser una realidad, un componente del presente cotidiano y a vivirse
como una necesidad.

Este camino complejo y sorprendente tiene sus fundamentos en la esencia misma de las prestaciones de
la salud y en la cultura de los profesionales sanitarios. Si bien los tiempos han sido diferentes en diferen-
tes países con diferentes culturas, los recorridos exitosos han seguido procesos similares.

Sistema de Salud – Sistema de Información
Un Sistema de Salud adecuadamente definido, reglamentado y evaluado es un marco imprescindible
para cumplir con el aseguramiento de uno de los derechos humanos consagrados que es el derecho a la
salud. La prestación sanitaria debe ser: segura, efectiva, centrada en el paciente, oportuna, eficiente y
equitativa.
Un Sistema de Salud tiene una serie de componentes que hay que considerar en el momento de pensar
el sistema de información que le dará sustento: la normativa legal, el financiamiento, la infraestructura,
los profesionales de la salud, y los datos e información.

Otra característica a considerar es que la prestación de salud, es cada vez más fraccionada y móvil. Los
pacientes son atendidos por varios profesionales, a veces en diferentes instituciones, ciudades o países.
Cotidianamente se envían pedidos, resultados, informes, de una institución a otra, la contratación de
servicios o prestaciones externas es cada vez más frecuente, la interconsulta con colegas o equipos de
otras ciudades o países se va imponiendo en un mundo globalizado. La información debe viajar con el
paciente y a veces sin el paciente, dada la explosión de la telemedicina con sus variantes de teleconsulta,
teleasistencia y otras.

La tecnología, debe asegurarnos la integridad, disponibilidad y seguridad de la información en todos los
pasos

El sistema de información debe ser el reflejo del sistema de gestión sanitario. Refleja sus procesos, sus
objetivos y sus metas, por lo tanto el sistema de información no hará al sistema de salud eficaz y eficiente
sino que lo reflejará en su estructuración.
El uso de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) es imprescindible para lograr esos
objetivos, y el desarrollo e implantación de la Historia Clínica Electrónica (HCE) es básico para generar
sistemas de información en salud.
Si se considera que los sistemas informáticos del siglo XXI tienen como función y objetivo, agregar valor,
se puede imaginar los desafíos que implica la implementación de proyectos de salud electrónica.

Revista de la Facultad de Ingeniería