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prender a la Real Academia Española que los Queremos recalcar que la Real Academia de «
argentinos aún seguimos usando el término".26 la lengua española, además de la virtud de z z z
consultar a las Academias regionales, tiene la cece
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De Buenos Aires le escribí a José María Gastaldi virtud de integrar su cuerpo de numerarios con VA/J
que también me ha enviado respuestas por el representantes de cada una de las otras Reales OO
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uso que él hace en clase, dice que no con de­ Academias que integran el Instituto de España. Es AUTOR
masiada frecuencia pero que emplea el vocablo decir, cuenta con un representante por cada una EXTRANJERO
distracto en sus trabajos, sobre todo en el libro de ellas, para que de esa forma cuando se tenga
de pacto comisorio27. que introducir modificaciones en los significados
o agregar algún vocablo nuevo, alguien vincu­
Les comentaba que lo primero que hicimos el lado con la materia pueda expresar su opinión.
día 1 de marzo de 2011, fue escribir a quien fue
Director de la Real Academia Española, Víctor Precisamente en la época en que se produjo la
García de la Concha, creyendo que seguía ocu­ corrección de los significados de "año bisiesto"
pando ese cargo; ignorábamos que por edad había estado en Córdoba días antes, cenando ro
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había finalizado su mandato, y ahora es Director en la casa de Antonio María Hernández, el exce-
Honorario. Le escribimos a él porque habíamos lentísimoseñor don Eduardo García de Enterría, cu
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tenido relación epistolar una década antes, con numerario de las Academias de la Lengua y de "O
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motivo de la corrección que debió efectuarse Jurisprudencia, y en esos momentos, previos T 3
en el Diccionario de la Real Academia Española al Congreso de Valladolid en que se presentó <u
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de un error que apareció durante 100 años, con la última edición del Diccionario, le habíamos c
relación a la definición del año bisiesto, que a expresado nuestra preocupación.
partir de la décimo tercera edición, de 1899, hasta (U
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la vigésima primera edición de 1992, era definido Cuando pudimos consultar en la web lavigésimo o
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en dos partes del Diccionario de manera distinta; segunda edición, en que ya estaba corregida la u
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evidentemente en una estaba mal, y en otra bien. caracterización del "año bisiesto", le escribimos a O)
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García de Enterría felicitándolo por varias cosas: cu
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Habíamos escrito a García de la Concha seña­ primero porque la Academia había puesto en la ~o
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lando ese error, y el año 2001, en la vigésimo red todos sus diccionarios29. Antes quien debía
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segunda edición, se corrigió. Ahora escribimos hacer una investigación se veía sumamente ro
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sobre el "distracto" pero hasta la fecha28 no han limitado porque si no tenía acceso a bibliotecas
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contestado nada ni él, ni el nuevo Director. muy completas, no podía buscar la filiación de “O
un vocablo y la evolución en su significado. i/i
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En ese correo le expresamos nuestra inquietud E
y le preguntamos si podía darnos a conocer las Aquí, en Córdoba, uno podía remontarse hasta ro
razones que habían pesado en la Academia, la decimosexta edición de 1936 y de ahí saltar al O
para suprimir la voz distracto. ejemplar que tenía Vélez de la séptima edición Q.
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26. Correo electrónico del día 1 de marzo de 2011, ampliado en otro carta del día 3 de ese mes, en el que me dice
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que ha encontrado 9 fallos de Cámara y 28 de la Corte de la provincia de Mendoza en que se emplea el vocablo cu
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distracto.
27. El día 27 de marzo de 2011 me envió un detallado informe sobre el tema, que mucho agradezco. Allí señala, por
ejemplo, el uso que él hace del vocablo en la página 25 de su libro sobre "Pacto comisorio". Menciona también
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la preocupación que tienen los escribanos sobre el tema distracto, aplicado especialmente a donaciones y f>
brinda datos sobre fallos de la Cámara Civil de la Capital Federal, de la Corte de Justicia de Salta y de tribunales
contencioso administrativos en que se emplea el vocablo distracto. §
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28. Martes 5 de abril de 2011, día en que realicé esta exposición en el pleno de la Academia de Córdoba.
§
29. Con anterioridad solamente se podían consultar en la red el Diccionario de Autoridades, y la vigésimo primera Q
edición de 1992.
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