Page 55 - La Rebelión de los Bolsillos Rotos
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La Rebelión de los Bolsillos Rotos



            largas horas de trabajo, a sus clientes los engañan con la me-
            dida y con los precios (algunos empresarios dicen que colo-
            can el precio según el marrano), no pagan los impuestos, y
            si siguiera no alcanzaría el libro para describir cada acción
            en contra de la dignidad de las personas. Lo adicional, es que
            quien se hace rico de esta forma y es creyente, cree que ir a
            la iglesia, dar ofrendas, participar activamente en el bazar
            para recoger fondos, y tantas otras actividades piadosas, ser-
            virá para lavar su conciencia y recibir de Dios la bendición.
            Se olvida que el grito de los explotados llega hasta el cielo.

               El profeta Amós denunciará estas prácticas y dará a co-
            nocer la respuesta de Dios a sus ofrendas:

               "Yo detesto, desprecio vuestras fiestas, no me gusta el
               olor de vuestras reuniones solemnes. Si me ofrecéis ho-
               locaustos... no me complazco en vuestras oblaciones, ni
               miro a vuestros sacrificios de comunión de novillos ce-
               bados. ¡Aparta de mi lado la multitud de tus canciones,
               no quiero oír la salmodia de tus arpas! ¡Que fluya, sí, el
               juicio como agua y la justicia como arroyo perenne!"
               (Am 5, 21-24)
            Entonces, ¿qué hacer para que el corazón no se llene de co-
            dicia? No se trata de dar respuestas, si no mostrar caminos y
            los sabios de las Escrituras, reconociendo que las riquezas
            materiales son un bien, están dentro del proyecto de Dios
            para que las personas los disfruten, sean felices y gocen de
            condiciones de vidas justas, dirán que solo la sabiduría, el



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